Desde que se integrara en el colectivo de mediáticas esposas de los jugadores del FC Barcelona, mucho se ha especulado sobre la aparentemente tensa relación que mantendría la cantante Shakira nada menos que con la mujer de Leo Messi, la guapa Antonella Roccuzzo. Sin embargo, al margen de lo fundamentado o no de tales rumores, lo cierto es que ambas disfrutaron de lo lindo este fin de semana de las celebraciones por la consecución del vigésimo sexto título liguero de los culés. Tanto es así, que ambas no solo coincidieron el sábado en el palco del Camp Nou -donde los jugadores de Ernesto Valverde se aseguraron el triunfo final tras una ajustada victoria ante el Levante-, sino que posteriormente posaron juntas y sonrientes en la fiesta que se celebró esa misma noche en un concurrido local de la capital catalana, como se desprende de una imagen publicada por la propia Antonella que no tardó en acumular ‘likes’ y todo tipo de piropos.
La foto de Shakira y Antonella
Sin embargo, solo unos minutos más tarde la joven empresaria optaba por borrar de su perfil dicha fotografía y, teniendo en cuenta la repercusión que ya había generado la instantánea, el debate sobre los motivos que le habían llevado a ello se instaló inmediatamente en el seno de la red social Instagram. Nada grave, al parecer, ya que un poco después Antonella volvía a compartirla pero, esta vez, en la sección Stories de la misma plataforma. Es posible que la rectificación de la argentina se debiera simplemente a su deseo de no causar demasiado revuelo con su reencuentro público con la diva colombiana, esposa de Gerard Piqué y madre de sus dos hijos, pero ha quedado claro que, de ser así, la jugada no le ha salido precisamente bien. En cualquier caso, todo apunta a que el ambiente que se respira en el seno del FC Barcelona -dentro y fuera del vestuario, y no solo en lo que concierne a los deportistas- es inmejorable a día de hoy. “Campeones”, escribía la propia Shakira en su perfil de Twitter tras grabar con su teléfono móvil el ambiente triunfal que se respiraba en el estadio barcelonista después de que su chico y compañía cantaran finalmente el alirón.