La cantante asegura que para su familia no fue fácil lidiar con sus enfermedades mentales
La cantante Sinéad O’Connor ha vuelto a sincerarse sobre el sinfín de problemas personales y familiares que se derivan de su frágil estado mental, marcado por los agresivos efectos del trastorno bipolar que padece y, sobre todo, por los frecuentes brotes de depresión que le han llevado a intentar quitarse la vida en varias ocasiones.
“Ella instaló una cámara de tortura. Era una persona que habría sonreído y hubiese disfrutado haciéndote daño?, agregó. ?Me obligaba a que yo me dijera, en repetidas veces, ?no soy nadie?, ?no soy nadie?; mientras me pegaba”, reveló.
La intérprete de ?Nothing Compares 2 U? asume que sus ?problemas mentales? son producto de este repetido abuso del que fue objeto por tanto tiempo; lo cual, le ha impedido llevar una vida normal.
Aunque en el pasado ha mantenido enfrentamientos públicos con algunos de sus familiares directos, concretamente su ex pareja John Reynolds y su primogénito Jake, a quienes llegó a acusar de ser los responsables de que le quitaran la custodia de sus dos hijos pequeños, Shane y Yeshua; la intérprete irlandesa se ha mostrado ahora algo más conciliadora con ellos al admitir abiertamente que la enfermedad ha hecho de ella una persona “difícil” de tratar.
“No es fácil para las familias tener que lidiar con las enfermedades mentales. La gente que las padecemos podemos ser muy difíciles. Además, el estigma que todavía existe sobre este tema no anima precisamente a hablar de ello con normalidad”, ha expresado en un nuevo extracto de su reciente entrevista con el televisivo Doctor Phil.
Hace escasamente un mes, la que fuera una de las artistas más prometedoras de la década de los noventa compartía en su perfil de Facebook un vídeo tan conmovedor como preocupante en el que se desahogaba por completo sobre la angustia en la que está instalada desde hace algo más de un año, durante el cual solo habría contado con el respaldo de su psiquiatra.
“Estoy completamente sola, no tengo a nadie ahora mismo en mi vida con la excepción de mi doctor, mi psiquiatra, que es la persona más dulce del mundo y la que me dice a diario que soy su heroína. Eso es lo único que me mantiene con vida por el momento, lo cual es bastante patético. Quiero que todo el mundo sepa lo que se siente cuando tienes una enfermedad mental y estás a tu suerte. Por eso estoy haciendo este vídeo”, explicaba entre lágrimas.
Sólo dos meses antes de lamentarse por la situación de soledad en la que está inmersa, Sinéad se dirigía a su familia en otra publicación de Facebook para pedirles perdón por las duras acusaciones que había vertido contra ellos el año anterior, en un sincero intento de recuperar su confianza y volver a contar con su apoyo.
“El año pasado hice algo... imperdonable porque no estaba pensando con claridad. Insulté a gente que quiero con toda mi alma, y lo hice utilizando un lenguaje intolerable. Quiero pedirles perdón aquí [en la esfera virtual] porque fue aquí donde hice algo tan horrible. No soy una persona que suela tener remordimientos, pero lo que hice, como ya he dicho antes, es imperdonable. Y tengo que decir que en realidad ellos son personas geniales, soy yo la que se ha comportado mal, escribía.