Aunque se encuentra ya reposando en casa y bajo la atenta mirada de su esposa, la jurista Amal Alamuddin, el accidente de tráfico que sufrió esta semana George Clooney en la isla de Cerdeña, podría haber tenido consecuencias mucho más graves para el intérprete de no haber sido por la oportuna combinación entre el uso del casco y la intervención de la diosa fortuna.
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Según el portal de noticias TMZ, el impacto con el vehículo que arrolló al artista, quien circulaba en motocicleta por una carretera del norte de la isla y a unos noventa kilómetros por hora, provocó que Clooney saliera despedido a unos cinco metros de altura y, por si eso no fuera suficiente, hizo que el casco se desprendiera y golpeara con fuerza la luna del automóvil, que quedó parcialmente dañada. “La colisión fue tan fuerte que llegó a romper un poco el casco. George voló literalmente por los aires, estuvo a unos cinco metros del suelo y sobrepasó incluso al coche que le había golpeado”, ha asegurado un testigo al citado medio.
Hospitalizado
Afortunadamente, el astro de Hollywood solo tuvo que pasar unas cuantas horas en observación tras ser trasladado rápidamente en ambulancia a un hospital de la zona, como informaron medios locales poco después de que el suceso saliera a la luz. Todavía no han trascendido oficialmente la naturaleza de sus heridas -se especula con la posibilidad de que se haya dañado la rodilla- y el tiempo que tendrá que pasar antes de regresar al trabajo, pero parece poco probable que la baja vaya a prolongarse más de un par de semanas.