La historia de Negzzia, la modelo iraní de 29 años que terminó durmiendo en las calles de París, ha dado la vuelta al mundo, pues es una mujer que ha luchado por sus derechos. La joven de 29 años se encuentra huyendo de su país desde el 2017 por ir contra de las estrictas leyes islámicas al posar en unas fotografías en lencería, lo cual es castigado en su país. En una entrevista con Efe, Negzzia contó que al huir de su país se fue a Francia en donde el pasado junio obtuvo el estatus de refugiada, aunque eso no le ha beneficiado en mucho.
La modelo iraní rompió las reglas al posar desnuda
https://www.instagram.com/p/BydQo2Wo7Z7/ “Todos me iban echando de sus casas porque no me acostaba con ellos. Un día me decían que me amaban y como no funcionaba me recomendaban que me metiera en la prostitución”, narró la modelo. Después de escapar de Teherán, donde posó semidesnuda y pendía una amenaza de 148 latigazos y una pena de cárcel, viajó a Estambul, pero también en ese lugar fue agredida. “Me teñí el pelo de rojo y la gente me gritaba por la calle. Las mujeres eran las peores, una incluso me mordió”, explicó. https://www.instagram.com/p/BwAYta_Bz4V/ Al vivir esta situación pensó que ir a Paris sería algo totalmente diferente y cuando llegó se dio cuenta que era un mundo en donde a las mujeres las ven como objetos sexuales. “Un tipo me dijo que me iba a ayudar; me ofreció trabajo. Llegó el visado y me llamó diciendo que todo estaba preparado. ‘Ya están los billetes, pero la primera semana quiero alquilar una habitación preciosa enfrente de la Torre Eiffel. Tú y yo, pasando una semana maravillosa juntos”, recordó que le dijo. “Nunca en mi vida me acostaría con alguien a cambio del éxito. Le dije que no, que si quería ayudarme que lo hiciera, pero que no quería pasar una semana romántica con él. Me dijo ‘vale, pues no hay trabajo’, y me bloqueó", relató. https://www.instagram.com/p/BzK45n7IF6X/ Al ver que sus ahorros iban disminuyendo y que no tenía ni familiares ni amigos en la ciudad, terminó durmiendo en la calle. “La primera noche en la calle fue muy dura, pero por dentro me sentí mucho mejor”, detalló. La modelo durmió durante varias semanas en bancos, bajo la protección de otras personas sin hogar. En la misma entrevista, confesó que por falta de sus papeles de residencia y la necesidad de aclarar que era refugiada se le cerraron muchas puertas, también contó que gran parte de los 400 euros que recibe al mes de ayuda por parte del gobierno francés los utiliza para ir al gimnasio. “Me han llegado a proponer que sea stripper o prostituta. He tenido la tentación de suicidarme tres veces en París, de lanzarme debajo de un metro”, se sinceró en otra entrevista con Le Parisien hace unos meses.