En una de esas que teínamos libres nos dimos una vuelta por Polanco para conocer un spot que teníamos en nuestra lista de must-visit. Nuestra primera impresión del restaurante KYU Polanco pintó espléndidamente desde que cruzamos una entrada cuya personalidad nos encantó. Con sus letras imponiendo en el muro principal lleno de jardinería. Por dentro las luces y paredes no pasan desapercibidas; especialmente el mural creado por el artista estadounidense y altamente reconocido por su street art, Andrew Antonaccio (2ALAS).
Notamos una selección de entradas, platos ahumados y frescos, postres y drinks auténtica y totalmente ad hoc con el concepto asiatico y moderno que ofrece KYU Polanco. Además de una mixologa en diferentes presentaciones, todas con mucha vida, también están las opciones más tradicionales, en donde encontramos una variedad de vinos, bebidas destiladas, digestivos y buen sake.
Los colores, la decoración y el sabor de cada producto que acabó en nuestra mesa, servido en una vajilla chula y combinable con su comida asiática, nos guió a disfrutar de cada bocado y de cada trago; con cócteles que tienen detalles de frutas deshidratadas y cristalería auténtica para cada bebida individual.
AMBIENTE KYU
En CARAS nos pareció que KYU Polanco es la opción ideal tanto para ir a comer o cenar rico y diferente, como para tener una muy agradable experiencia de mixología. Percibimos un ambiente relajado y con muy buena música ochentera, noventera y tipo house en el área principal del restaurante. Aparte de eso, al asomarnos al speakeasy que tienen, nos encontramos con un DJ distinto tocando todo tipo de música, desde reggaeton hasta música electrónica. La diversidad musical se presta para una variedad de ocasiones por las cuales alguien iría a pasar su tiempo fuera de casa.
Otro factor que apreciamos fue el servicio amable y eficaz con el que nos proporcionaron. Es evidente que el staff en KYU Polanco tuvo el propósito de que nuestra noche fuera muy placentera.
DE PRIMERA IMPRESÓN
En conjunto, KYU Polanco nos pareció de excelente calidad en cuanto a consumo, ambiente, e ideología. Por ideología nos referimos a que al estar ahí descubrimos la iniciativa y colaboraciones que tienen para contribuir al medio ambiente y poner su granito de arena con la finalidad de ayudar a nuestro planeta.
En CARAS nos quedamos con un gran sabor de boca (literalmente) con este restaurante moderno, rico, auténtico y lleno de buena energía. Una experiencia que con toda seguridad en el futuro.