Decía Aristóteles que el hidromiel debía tomarse hasta que uno escuchara el zumbido de las abejas. Esta bebida milenaria es un fermentado entre miel y agua que –según los datos– es la bebida alcohólica más antigua de todo el mundo. Su origen es desconocido, aunque se supone que esta se creó por accidente cuando gotas de miel cayeron en envases de agua en la antigua Mesopotamia. Afortunadamente no tenemos que viajar en el tiempo para poder probarla, pues hemos encontrado un tap room bastante cool en el cual puedes degustar este elixir. Esto es todo sobre Colonia Meadery.
“La Juárez en verdad lo tiene todo”, mencionaba la editora en jefe de CARAS, Marimar Barrientos, cuando le comenté sobre nuestra visita a este restaurante. Este pequeño rincón con una vibra medio bohemia, medio ‘brooklynesca’, abrió sus puertas el año pasado. A pesar de que nos tomó un rato visitarlo, finalmente lo hicimos y no regrets. Desde el momento en el que pasas por su puerta te recibe un entorno íntimo. La idea detrás de la creación de Colonia se basaba en funcionar como un showroom en el cual los fundadores pudieran mostrar su experimentación con esta bebida.
La variedad de sabores del mead o hidromiel que hay en Colonia Meadery van desde el mango, la jamaica, tamarindo e incluso el aguacate. El proceso detrás de estos se basa en dejar que las colonias de abejas (sí, de ahí el nombre del restaurante) se alimenten del polen de ciertas flores. El sabor del hidromiel es intrigante pero familiar. Muchos le llaman el vino de miel, pues en efecto, tiene un sabor parecido al de un vino afrutado como un moscatto o un chardonnay, pero diez veces mejor. La experiencia no termina ahí.
Además del mead, el restaurante ofrece un menú exquisito. Desde un queso brie envuelto en pasta filo, hasta un jocoque que es como nada que hayamos probado en el pasado, hasta un short rib con glaseado y puré de papá que, aunque se supone que es para compartir, vas a querer zampártelo. Si te queda espacio tienen unos dos-tres postres que en verdad son la mejor cosa que vas a probar, pero no sin antes maridarlos con los distintos cocteles con mead: desde un negroni mead, un gin & berries & mead, o un bull colonia; estos son takes muy modernos con hidromiel de cocteles clásicos y sin falta tienes que probarlos.
La parte más fascinante de este lugar es la capacidad que tiene de moldearse. En el marco de la semana del arte adaptaron una parte del local para convertirse en un espacio escultórico; y sin tomar en cuenta que el mead que pruebes cuando vayas es hecho en casa. ¡Si estás en busca de un plan que te obligue a probar algo diferente, el Colonia Meadery es un MUST MUST MUST! Tantos años de pasar frente a este local en la Juárez y finalmente puedo sinceramente recomendarlo. Eso sí, ve con espacio y sin coche, que la comida es deli y el bar tender tiene la mano pesadita. Su dirección es General Prim 33 y está abierto de martes a jueves desde las 17hrs hasta las 2 AM; y los viernes y sábados desde las 14hrs hasta las 2 am. (Un fun fact sobre este lugar es que sus fundadores son también los creadores de Madre Café y Departamento, entonces asegura una buena comida y el mejor ambiente)