La prenda icónica de la tradición mexicana, el rebozo, es resultado de un delicado proceso artesanal. Desde el año 2006, el Museo de Arte Popular ha mantenido una relación estrecha con los artesanos de todo el país, y esta vez, para acompañar la exposición Rebozos, presenta un compendio de piezas selectas de acuerdo con las técnicas y regiones más representativas de este arte textil Conoce un poco más sobre los estilo de rebozo y su historia, que en la compra de cada 6 mil pesos en la tienda del Museo de Arte Popular incluye una visita guiada a la exposición con su curadora, la Dra. Ana Paulina Gamez.
Rebozo jaspe de algodón
Su proceso artesanal comienza con el montaje de la urdimbre, la pepena del hilo y el jaspe según el diseño, el teñido, el secado y el tejido en el telar. Posteriormente, las empuntadoras tejen a mano el rapacejo o fleco.
Rebozo jaspe de seda
La colección de rebozos de jaspe más exclusiva presenta hermosos lienzos con hilos de seda y finísimos rapacejos tejidos en el Estado de México y San Luis Potosí, para coleccionistas y conocedores.
Rebozos y huipiles del Sur
Desde las zonas cálidas de la Costa Chica de Oaxaca, las montañas de Guerrero o el altiplano chiapaneco, esta colección muestra suaves hilos de algodón teñidos con tintes naturales y los bordados florales con hilo artisela.
Prendas de Lana
Originarias de San Pablito Pahuatlán los rebozos, tomicotones y quexquémetls se tejen en el telar de cintura con hilos de lana naturales o bien teñidos con tintes naturales, añil y cochinilla, para posteriormente dibujar con bordados la iconografía otomí tradicional de la region.
Rebozos Purépecha
Originarios del Estado de Michoacán donde predomina el tejido en telar de cintura. En su versión más sofisticada estos rebozos llevan empuntados con diseños florales en artisela o plumas de gallo teñidas de colores.