Una de sus mayores fuentes de inspiración es la calle, de allí logra plasmar un mundo geométrico de pensamientos e ideas por medio de la creación plástica.
“Descubrí el arte a temprana edad, comencé a dibujar a los nueve años y me interesé por las esculturas de Mathías Goeritz, la arquitectura de Luis Barragán y Juan O’Gorman. Originalmente quería ser arquitecto, sin embargo, fue hasta el primer año de bachillerato que tomé en serio la práctica escultórica.
“Por esta razón decidí emprender con la determinación de llevar a cabo una carrera en el mundo del arte. En el año 2016 inicié un curso con Adrián Navarro Canedo, el cual despertó en mí una fascinación por las prácticas creativas”, menciona Otto.
Desde la geometría de sus bocetos hasta su absoluta abstracción en un macizo escultórico, el artista transforma los elementos más básicos del cuerpo humano en figuras llenas de fuerza, elegancia y solidez.
También lee: Delphine Boël, la hija renegada del rey belga, se refugia en el arte
Con el frecuente uso del metal, como elemento sobresaliente en cada una de sus obras, desarrolla una mezcla de hierro y carbón que resulta en una forma de acero inoxidable con cierta porosidad y oxidación, en donde el terminado de la obra dependa del pulido y la pintura que se le brinde.
“Mi misión como artista es reconstruir y, eventualmente, descomponer la perspectiva respecto a la geometría para que su representación se conciba en lo contemporáneo”.
Sus esculturas monocromáticas, de formato medio y grande, son alegóricos monumentos en los que Otto encuentra diversas formas de expresión sin ser absolutamente abstracto.
https://www.instagram.com/p/CECKgAUneGm/
Con base en un marco teórico complementario, que no es estrictamente conceptual, el escultor se desenvuelve en torno a la forma, material, espacio y color para situar un efecto artístico que traslade al espectador a un estado de completa armonía contemplativa.
No te pierdas: My icon by Roberta Lobeira: pinceladas que marcan
https://www.instagram.com/p/B7YrrzcnIW1/
Para escudriñar o aportar como artista, esta propuesta promueve las propiedades clásicas de la belleza, el balance, la unidad, proporción y armonía, entre otros factores de lo estético, que van de la mano desde el arte griego hasta movimientos de diversas vanguardias de inicios del siglo XX.
