Dando la vuelta por Hipódromo nos topamos este rinconcito, situado justo frente al icónico edificio Basurto. Con un poco de duda, pero intriga por su look, nos decidimos a entrar y best choice ever. El nuevo predilecto de la comida italiana, la Osteria Mattea.
Osteria Mattea. El new kid on the block, y el bebé de grupo Ikigai, acaba de abrir sus puertas y no es por echar flores, pero pinta a convertirse en un hit. Seguramente, y si eres un verdadero fan de la auténtica comida italiana, has probado el Mattea de las Lomas; pues este es como el hermano chiquito cool que no se jacta de ser bueno, simplemente lo demuestra. El espacio se presta perfectamente para una first date íntima, una comida con tus closest friends o simplemente una salida casual, gracias a su atmósfera súper chill (con unas playlists de background que están perfectamente curadas por uno de sus socios fundadores).
La Osteria Mattea no escatima en sabor. Los platillos, todos, cualquiera que pruebes, están llevo de un sabor muy típico de las recetas de la nonna que toda mamá se quería robar. Los platillos obra del chef Axel Vázquez no son envidiosos pues los sabores que están, están y bastante presentes desde la sutileza del hinojo en las salsas hasta esa acidez típica de los jitomates orgánicos. Su clara influencia mediterránea se siente en cada bocado que fusiona el punch fresco con los sabores más fuertes, y combinado con el hecho de que sus ingredientes son frescos… es que es una locura.
Este spot nos ha regalado una tarde increíble, desde la calma que te brinda, hasta los deliciosos platillos como los gnoccos fritos con trufa y serrano, la pizza recién salida del horno de leña y el caccio e pepe que es un infalible en tu visita a la Osteria Mattea.