Las obras de Neon Caro plasman una fuerte dosis de alegría y sarcasmo por medio de una técnica de realidad aumentada, al unir cultura pop, arte y personajes animados.
Por Cecilia Morales Andere / Fotos: Cortesía
Comenzó su carrera en 2011 al experimentar con la pintura y los lenguajes del arte urbano. Neon realizó estudios en Medios Digitales en la Universidad Centro. Actualmente se presenta como un artista plástico cuyo trabajo radica en la crítica a los sistemas culturales hegemónicos en Occidente.
Por medio de su obra, Caron intenta provocar diálogos en contra- sentido, a partir de una mirada que se enclava en el transhumanismo, el aumento de la realidad y los sistemas de valor neoliberales; así como en la iconología estadounidense al hacer uso de la caricatura, la animación y el graffiti. Los personajes con los que trabaja son de gran reconocimiento en la cultura popular; Mickey Mouse, el Conde Pátula, Popeye, Mimi Mouse y Benito (Don Gato) son algunas de las figuras que Caron toma para trabajar, reacomodar y presentar un diálogo con una esencial carga de humor en cada una de sus obras.
Su práctica artística recibió la influencia de los estudios que realizó en medios digitales –mismos que lo llevaron a explorar diversas formas de lenguaje plástico– disponibles en iOS, plataforma que acompaña a todas sus piezas con la mezcla del arte y la tecnología. Después de dos años de ardua labor y desarrollo, se logró la aplicación de la técnica de realidad aumentada por Apple como parte de su acervo para que, de manera gratuita, se puedan realizar las descargas desde cualquier equipo móvil. Entre las muestras individuales de Neon Caron resaltan No todo es lo que parece y Volvernos virales. Sus exposiciones colectivas junto a artistas –de importante envergadura y de la talla de Armando Romero– forman parte de exhibiciones que recorren prestigiosas galerías a nivel global.
El arte de Neon rompe fronteras al tener presencia en lugares como Miami, Holanda, Hong Kong, Nueva York y Londres, por mencionar algunos. Se le reconocen, también, intervenciones en espacios públicos como el Bosque de Chapultepec y recintos privados, entre ellos la Terraza Malaquita de la Ciudad de México. Hoy día, el artista plástico dirige la fundación Luz Neon, una plataforma que apoya el desarrollo humano a partir del arte y sus expresiones.