¿Cómo encontrar la paz interior “en un mundo lleno de ruido”? Esa es la pregunta que se hizo Kankyo Tannier, la monja budista de la tradición zen que es autora del libro “La Magia del Silencio” que edita Editorial Planeta. Para saber sobre el silencio en todas sus formas -visual, verbal y corporal- y la manera de ponerlo en práctica e integrarlo en nuestras vida, platicamos con la monja budista.
¿Qué es el silencio para empezar?
El silencio externo como cuando estás en medio de un parque, pero es bastante raro interpretarlo, el tema del libro es más bien el silencio dentro de uno mismo.
¿Todos necesitamos el silencio?
Sí, necesitamos el silencio porque luego nuestra cabeza está llena pensamientos y muchas cosas y necesitamos de ese silencio para poder volver a ver el mundo.
¿Cómo aprendió a escuchar el silencio?
¡Escuchar el silencio! Esa fue una bonita expresión. Descubrí el silencio por primera vez cuando tenía ocho años, estaba en un campamento de vacaciones y por primera vez me alejé un poquito del tiempo, estaba en una colina y de ahí me puse a pensar voy a escribir poemas, cuando uno es chico tiene muchas ideas de todo tipo y estando sola así de repente pude percibir más los colores y los sonidos. Pude ver la presencia de las cosas. Pienso que es mi primera experiencia con el silencio y creo que mucha gente ha vivido eso.
¿Cuándo una persona debe darse cuenta de que necesita el silencio?
Muchas veces en los momentos difíciles de la vida y en esos momentos difíciles uno se da cuenta que tienen la cabeza con mucha presión. Nuestra cabeza es como una licuadora en modo de exprimir, con los ejercicios de meditación que propongo en mi libro vamos a pasar a un modo más lento.
¿Qué puede curar el silencio?
Puede curar nuestra tendencia de escaparnos al mundo, porque nos regala a sí mismo y eso es libre de estrés.
El libro habla mucho de las nuevas tecnologías y las redes sociales, a veces es difícil escapar de estar conectado de alguna manera. ¿Cómo lograr que los jóvenes entiendan la importancia del silencio?
Nosotros que tenemos más experiencia les podemos enseñar que es la vida real, mostrar y dar el ejemplo y que en esta vida podemos disfrutar de muchas cosas como encuentros, etc. Para tener una vida o relación diferente, se les puede dar un reto y decirles “oye eres esclavo de un objeto”, yo pienso que quizá eso los motive a buscar otra cosa.
Es cierto, entonces ¿somos esclavos del ruido?
Sí muchas veces, porque muchas veces sobre la vida que vivimos agregamos cosas, escuchamos música, estamos en nuestra casa y prendemos la televisión, estamos en el metro con nuestro celular, todo eso para escaparnos de nosotros mismos. El tema principal del libro es volver a conectarnos con nosotros.
Entonces, ¿el libro es de alguna manera una forma de poner freno al acelerador?
Sí, pero también está adaptado a la sociedad moderna, la idea del libro no es terminar con el ruido y la problemática, se trata de buscar el momento de meditación en medio de todo.
El año pasado por el terremoto aprendimos a guardar silencio debido a la desgracia que ocurrió en México, ¿se necesita de una desgracia para aprender a guardar silencio?
Es un ejemplo muy bonito que me gustó mucho, muchas veces en situaciones tan difíciles se dan cuenta que el silencio es importante, muchos de los lectores empiezan a practicar ellos mismos pueden volverse ejemplos y así se difunde para llegar a una sociedad más atenta.
¿Es necesario hacer ejercicios de silencio todos los días?
Sí, pero hay que hacerlos por instantes en pequeños momentos y durante todo el día.
¿Se podría decir que el silencio es un lujo?
El silencio exterior, sí. Pero el silencio interior es un regalo que cada uno se hace.