La trayectoria y tradición pueden darle el título a ciertos diseñadores de ser aquellos que visten por generaciones al pontífice.
¿Cómo se llega a vestir al Papa?
Convertirse en diseñador del Papa no es un trabajo que se solicite públicamente. Es una distinción que se gana con años de tradición, reputación y relaciones cercanas al Vaticano. Las sastrerías que visten al Sumo Pontífice suelen tener décadas o incluso siglos de experiencia en confección litúrgica y están ligadas a la historia eclesiástica romana.
El camino para vestir al Papa incluye:
- Ser proveedor habitual de la Santa Sede.
- Mantener una línea estética alineada con la sobriedad y dignidad que exige el protocolo vaticano.
- Dominar el uso de telas nobles como la seda romana, la lana virgen y el lino litúrgico.
Gammarelli: el sastre eterno del Vaticano
La firma Ditta Annibale Gammarelli, fundada en 1798 en Roma, es el sastre oficial del Vaticano desde hace más de seis generaciones. Ubicada en una pequeña calle cerca del Panteón, esta sastrería artesanal es responsable de confeccionar:
- Sotanas blancas papales.
- Mozzetas (la capa corta sobre los hombros).
- Túnicas para cardenales, obispos y monseñores.
Durante un cónclave, preparan tres versiones del atuendo papal en diferentes tallas, para que el nuevo Papa tenga su ropa lista inmediatamente tras ser elegido.
Más allá de la moda: el simbolismo de cada prenda
Vestir al Papa no es solo una cuestión de estilo, sino de símbolo, tradición y liturgia. Cada color, corte y accesorio tiene un significado: el blanco representa pureza; el anillo del pescador es símbolo de autoridad; y hasta el bordado puede narrar pasajes bíblicos o reflejar momentos históricos del cristianismo.
A diferencia del mundo de la moda convencional, el estilo papal no sigue temporadas ni tendencias. Sin embargo, tiene una riqueza estética única, basada en siglos de tradición, trabajo artesanal, y una elegancia que escapa a lo mundano.