Los líderes políticos expresaron su consternación por la posible falta de confianza en la vacuna que se ha desarrollado para combatir la pandemia. Con la vacuna que promete acabar con la pandemia de coronavirus cada vez más cerca, han surgido muchas inquietudes en los ciudadanos del mundo. Mientras algunos no pueden esperar más por que llegue a sus países, otros se han mostrado escépticos e incluso han surgido campañas de grupos anti-vacunas. Con el propósito de brindar confianza en el tratamiento a las personas, los tres ex-presidentes de EEUU se han ofrecido como voluntarios para recibir la vacuna públicamente.
En una entrevista para Sirius XM, Barack Obama, explicó sus motivos para vacunarse: “Personas como Anthony Fauci (experto en inmunología), a quién conozco y con quien he trabajado, confío plenamente en él,” dijo. “Así que, si me dice que esta vacuna es segura, y que puede inmunizar contra el COVID-19, sin dudarlo me vacunaré". Agregó que planea inmunizarse una vez que se haga para personas en menor riesgo y que podría hacerlo en vivo por la televisión “para que la gente vea que confío en la ciencia, y en lo que no confío es en contagiarme de coronavirus”. El ex-presidente republicano Bill Clinton confirmo a través de su Secretario de Prensa que estaría dispuesto a realizar el mismo ejercicio. “El Presidente Clinton definitivamente se vacunará en cuanto se posible para él, basado en las prioridades determinadas por los oficiales de salud pública. Y si es necesario, lo hará públicamente si eso ayudará a que todos los estadounidenses se vacunen,” dijo el secretario. Por otro lado, su sucesor George W. Bush presuntamente se acercó con Anthony Fauci para dejarle saber que se ofrecería para ser filmado mientras se vacuna. “Hace unas semanas el Presidente Bush me pidió que hablará con el Dr. Fauci y la Dra. Birx para hacerles saber que, cuando el tiempo sea correcto, quiere hacer lo necesario para impulsar que los ciudadanos se vacunen,” explicó el Jefe de Personal del ex-mandatario, Freddy Ford, a CNN. Explicó también que la vacuna debe ser segura y administrarse primero a personas en riesgo.