Por CARAS México @CARASmexico
La tarde del lunes 4 de noviembre, integrantes de la familia LeBarón viajaban de Bavispe, Sonora, rumbo al rancho La Mora, en el municipio menonita de Galeana, en Chihuahua. Pero nunca llegaron a su destino. En el trayecto fueron emboscados por un grupo armado quienes, sin importarles nada, dispararon contra la camioneta en que viajaba la familia. De acuerdo al Secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, la masacre a la familia LeBarón dejó 9 muertos, entre ellos 6 menores de edad. “El saldo de la agresión son 9 fallecidos, 3 mujeres y 6 menores; 6 menores lesionados y una menor ilesa y una menor presuntamente desaparecida”, dijo en conferencia Durazo acompañado del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. https://twitter.com/TiffLangford/status/1191499133129035776?s=20
Pero, ¿quiénes son los LeBarón?
La historia de la familia LeBarón se remonta al año de 1924, cuando Alma Dayer LeBarón formó una comunidad a la que nombró como su apellido: LeBarón. Se establecieron en el noroeste de Chihuahua — hoy la colonia LeBarón de Nuevo Casas Grandes— luego de separarse de la organización en Estados Unidos. Pronto se adaptaron y comenzaron su nueva vida en México. En 1955, Joes y Ervil LeBarón fundaron la iglesia del Primogénito de la Plenitud de los Tiempos, mientras que la comunidad —que permaneció aislada en la zona— prosperó gracias a la producción de nueces. La comunidad LeBarón mantuvo como principal idioma el inglés.
Todo marchaba normalmente, y de ellos no se sabía mucho. Pero el 2 de mayo de 2009 saltaron a los titulares mexicanos cuando Erick LeBarón, de 17 años, fue secuestrado y por cuya liberación se pidió la cantidad de un millón de dólares. Fue entonces cuando la familia LeBarón envió un mensaje contundente en el que anunció que no pagarían el rescate, ademas de manifestarse, tanto en medios nacionales como internacionales, contra la creciente inseguridad de la región durante la llamada “guerra contra las drogas” que declaró el entonces presidente Felipe Calderón. El 10 de mayo, sin haber pagado rescate alguno, Erick fue liberado. Aunque parecía que esto sería el final de la historia, la realidad es que recién comenzaba la pesadilla para la familia LeBarón. Tan solo unos meses después Benjamín, hermano de Erick, y Luis Widmar Stubbs, miembro de la comunidad, fueron secuestrados y posteriormente asesinados. El mensaje fue contundente: una manta apareció frente a la casa de los asesinados en la que se leía que la muerte de Benjamín y Luis era como respuesta al activismo de la familia contra la inseguridad. Estos hechos hicieron que los habitantes de la colonia LeBarón solicitaran la creación de una policía civil para proteger a la comunidad de los grupos criminales. Pero aunque en un inicio la propuesta fue apoyada, poco después algunos funcionarios públicos la rechazaron. Actualmente la familia LeBarón es reconocida por su activismo en la región, quienes buscan seguridad y justicia en un área que es controlada por grupos afiliados a cárteles de la droga que operan en la frontera con Estados Unidos.