A las 18:35 horas de la Ciudad de México del 2 de septiembre de 2010, falleció el escritor Germán Dehesa víctima de cáncer.
El jueves 2 de septiembre de 2010 se dio a conocer la notica sobre la muerte del escritor Germán Dehesa. El cáncer lo había vencido.
Días antes, el 25 de agosto, en su columna “Gaceta del Ángel” publicada en el periódico Reforma, comenzó a despedirse de sus lectores, a quienes les dijo que se encontraba “enfermo, seriamente enfermo”.
Te pude interesar: Tres escritores en primera persona
Pero los quiso tranquilizar, les confesó que tenía cáncer pero que afortunadamente con “ningún dolor insoportable”, y escribió una columna en la que, sin querer o queriendo, se despidió de sus lectores.
“Trato de vivir sobre las puntitas de los pies, pues en mis delirios, imagino que si casi no hago ruido, la enfermedad no se va a percatar de mi presencia y me permita colarme a la vida que es a donde me gusta estar”, decía el texto de lo que fue su última colaboración y que tituló “El corazón y sus figuraciones”.
Sus sueños
Sabía que aquel año sería su último con vida, “nadie tiene idea de cuándo será la terminación cronológica de mi vida, pero calcula la ciencia médica que esto ocurrirá hacia los finales de este año”, escribió el dramaturgo, sin sospechar que le restaban únicamente ocho días en este mundo.
El 2 de septiembre de 2010 falleció, aunque él no quería morirse.
Germán Dehesa había expresado su deseo de continuar viviendo y conseguir llegar hasta este año, por lo que, entre broma y en serio, dijo que quería “distribuir generosamente entre el personal médico billetes de muy alta denominación, de modo que este plazo se vaya ampliando, por lo menos, hasta 2020".
Dehesa soñaba, además, con seguir haciendo lo que más le gustaba: escribir. “Mientras pueda yo menear la pluma y no comience a decir puros despropósitos y marihuanadas, aquí me tendrán siempre a sus canijas órdenes y a sus pies, si no les rugen, como solía decir la inmortal Borola Tacuche de Burrón”, dijo en aquella última colaboración.
Un triste adiós
Aunque el tenía la esperanza de poder vencer el cáncer, al menos unos años más, quiso despedirse de sus lectores, de su familia, a todos los que quería y lo querían.
“Me entusiasma saber que, gracias al talento de sus madres, mis hijos son gente de bien, con buena orientación en la vida y totalmente a la guapachosa altura de su herencia veracruzana. Todos son estudiosos, trabajadores y con magnífica inteligencia que, donde primero y mejor se muestra es en el buen humor que los cuatro manifiestan, caiga quien caiga”, escribió en aquella columna del 25 de agosto de 2010.
Te puede interesar: Pablo Neruda: el poeta chileno que le escribía al amor
El escritor deseaba que ese escrito no fuera el último, ni tampoco que se sintiera como una despedida: “Yo espero que falte mucho como para que ocurra algo tan ingrato. Como en el teatro, esto es apenas la primera llamada, primera”.
Esperaba seguir escribiendo, seguir soñando, seguir viviendo:
“Voy terminando. Este artículo y sólo este artículo. Yo tengo que guardar reposo por algunos días, pero muy pronto volveré a vestir mi uniforme azul y oro y a sembrar el pánico por todas las canchas de la República. Ahí me los encontraré. Mañana nos vemos. ¿Entendido?”
¿Quién fue Germán Dehesa?
El 1 de julio de 1944 nació en una familia conservadora de la Ciudad de México Germán Dehesa. Sus primeros estudios los realizó en la congregación católica de los hermanos maristas y, más tarde, ingeniería química y letras en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Estuvo casado en dos ocasiones, de sus matrimonios nacieron cuatro hijos, a los que hacía protagonistas de algunas de las historias que narraba en su columna.
https://www.instagram.com/p/BnP1Q8Ul1dX/
Su estilo juguetón, jocoso y bromista lo plasmó en su columna Gaceta del Ángel, que se publicaba en los diarios del Grupo Reforma (Reforma, Norte y Mural); pero por durante 17 años el escritor colaboró en diversos periódicos del país.
Escribió diversos libros entre los que se encuentran Fallaste corazón, La música de los años, Hablan los amorosos, No basta ser padre, Las nuevas aventuras del Principito, Los PRIsidentes y ¿Cómo nos Arreglamos? Prontuario de la corrupción en México.
Recibió diversos premios y galardones; además en 2010, días antes de su muerte, recibió el reconocimiento como Ciudadano Distinguido de la Ciudad de México de parte del Gobierno del Distrito Federal (GDF).