En los últimos años, Alejandro Limón se ha posicionado como uno de los grandes y más importantes diseñadores y organizadores de eventos sociales. Bodas, cenas, eventos exclusivos y más, hoy son parte del currículum que lo hace uno de los favoritos. Por tal motivo, Casa Palacio lo invitó a diseñar la tradicional mesa conmemorativa del Día de Muertos y CARAS estuvo presente en el montaje, para ser testigos de su pasión por su trabajo y las tradiciones mexicanas.
Por Jorge Alférez
MESA DE DÍA DE MUERTOS
“Sin duda, lo que más disfruto es ver la reacción de la gente y de los clientes cuando ven mi trabajo realizado”.
¿Cómo surge la inspiración?
Yo me inspiro mucho platicando con mis clientes, por ejemplo: cuando trabajo en un proyecto de boda, platico con la pareja para conocer su personalidad y gustos. Además contemplo el lugar, el horario, la temporada, si es un ex convento, un patio, un salón… A partir de ello, busco un balance y equilibrio tanto del lugar como de su personalidad. También busco darle siempre un toque mío, por eso, cada evento es tan diferente y propio, pues transmite la personalidad de las personas
¿De dónde surge tu gusto por el diseño y planeación de eventos?
Desde chico, me encantaba decorar las mesas en mi casa, tanto para ocasiones especiales como cenas, cumpleaños o Navidad. Siempre iba al jardín para buscar elementos que pudiera poner en la mesa. A la fecha, es lo que más disfruto al tener eventos en familia, pues me gusta ese factor sorpresa cuando llegan y ven la mesa.
En cuanto al concepto e inspiración, ¿es igual planear algo chico como grande?
No tanto la complejidad, pues por más que sea una mesa para seis personas o una boda para mil, se hace con la misma intención y ganas de que cada mesa tenga su esencia, su estilo y personalidad. Sea una o cien mesas, busco que tengan detalles que hagan la diferencia. Te puede interesar: Cómo hacer una ofrenda de Día de Muertos y sus platillos tradicionales
¿Cuál es tu sello propio a la hora de diseñar y planear?
Yo creo que es un poco la combinación de elementos que uso. También me caracteriza la presencia de detalles que salen de lo común y que te sorprendan a la hora de sentarte a la mesa. Ese elemento que tú lo ves en otro espacio, yo lo llevo a la mesa o al techo. Mi intención es darle la vuelta a lo típico que siempre se ve.
¿Cómo logras darle la vuelta a los conceptos clásicos o populares como Día de Muertos?
El Día de Muertos en realidad es recordar a todos los que queríamos y ya no están, yo creo que más que un día triste es un día de fiesta y una ocasión muy especial para celebrar. Reunirnos para recordar a los que ya no están, es el primer paso para empezar, y al pensar en fiesta, yo tomo elementos como una botella, copas de vino o ceniceros. Elementos que, sin invitar al vicio, nos llevan de vuelta a la fiesta. Obviamente enamorándonos con flores típicas de la época o con velas que son también, características de un altar de muertos. Se trata de integrar a los elementos clásicos y característicos de un evento o celebración, bajo un concepto novedoso y llamativo, buscando que compaginen y se integren en un mismo diseño con sello propio.
¿Qué es lo que más disfrutas de tu trabajo?
Sin duda, lo que más disfruto es ver la reacción de la gente y de los clientes cuando ven mi trabajo realizado. La reacción de los novios cuando llegan a su boda o de los comensales cuando se sientan a la mesa. También disfruto el proceso, el desarrollo, la parte creativa, hacer las flores que me encantan, pero creo que lo que más disfruto es el resultado final, cuando veo y comparto su emoción. Te puede interesar: Las CARAS detrás de las bodas de México