De acuerdo con varios reportes, Antonio Pérez Garibay, sufrió una fuerte impresión tras el choque de su hijo Checo Pérez, por lo que tuvo que ser ingresado de emergencia al hospital.
Tras ser dado de alta, el papá del piloto de la F1, reapareció con gran ánimo y la simpatía que lo caracteriza, para hablar sobre su estado de salud y sobre el momento en el que sufrió una hemorragia, lo que en un inicio se había reportado como un infarto.
De acuerdo con el empresario, su crisis de salud surgió la mañana del domingo 15 de septiembre. “Me salvó la vida la Cruz Roja, llegó rapidísimo; pensábamos que era un infarto porque no habíamos visto la evacuación de sangre, perdí más de dos litros y medio”, dijo a Ventaneando.
En este sentido, comentó que su padecimiento no está relacionado con la banda gástrica que se colocó hace dos años.
Antonio mostró algunas heridas que sufrió al momento de caerse en el baño de su casa. “Me duele todo, las costillas, me checaron bien, puede haber una pequeña fisura. Diosito me logró despertar cuando caí en el baño, pero no me pude parar...”.
Antonio negó que el choque de su hijo haya influido en su salud. “A lo mejor me hubiera pasado lo mismo si gana, yo ya estaba acumulando el derrame sanguíneo”, precisó.