Analizando la carrera musical de Vicente Fernandez, tenemos datos de sus primeros años que no puedes dejar pasar. «Lo importante no es llegar primero, sino saber llegar», dijo José Alfredo Jiménez. Y en la historia de nuestro Chente, esto no podría ser más cierto. Él, quien podría entenderse como el ejemplo de un auténtico y clásico cantante mexicano, se convirtió en un ídolo y referente indiscutible de la música ranchera, gracias a su personalidad, llena de inteligentes y certeros pasos.
Carrera musical de Vicente Fernández
La historia de Vicente Fernández arrancó un 17 de febrero de 1940. Allá en Huentitán El Alto, en el estado de Jalisco, México. Desde que tenía 8 años soñó con ser cantante, cuando recibió un regalo que cambiaría por siempre su vida: una guitarra. Un instrumento que le dio la posibilidad de descubrir quién quería ser, en quién se convertiría y los secretos de la música vernácula en nuestro país. Vicente Fernández también supo desde la infancia que su figura estaría en el cine. Recuerda que, cuando veía películas de Pedro Infante, le decía a su madre que crecería y sería uno de los charros más importantes en la pantalla mexicana.
Primeros éxitos de Vicente Fernández
Todo inició cuando Vicente se inscribió en un concurso para cantantes amateurs en Guadalajara. De 14 años, logró el primer lugar y esto le alentó a realizar presentaciones ante pequeños grupos en establecimientos locales y eventos de la comunidad. Así fue como nació su aplomo y energía para cantar frente a verdaderos públicos. Otro gran atino y episodio en su historia, fue el tino que tuvo para generar alianzas con los mejores mariachis de México. Trabajó con el grupo Amanecer de Pepe Mendoza y con el de José Luis Aguilar. Importantísimos los dos en su trayectoria y para sentar las bases de un sonido característico que toda la gente aprendería a reconocer siempre.
Finalmente, se mudó a la Ciudad de México. Tocó la puerta y buscó la suerte en distintas compañías discográficas, hasta que su perseverancia rindió frutos, decidió demostrar de qué estaba hecho y tocó las raíces de la fama al insertarse por primera vez en la radio nacional. Además, la muerte del gran exponente del bolero ranchero Javier Solís, logró que el talento de Vicente no sólo fuera notorio, sino realmente necesitado. Urgente entre nuestra cultura. A mediados de los años 60, grabó sus primeros éxitos, de los cuales destacan canciones como Tu camino y el mío, así como discos como Palabra de Rey y Ni en defensa propia. ¿De su cine? De él hablaremos después. Porque sus películas merecen toda nuestra atención, puesto que son grandes sucesos en la filmografía mexicana. «Mientras usted no deje de aplaudir, su chente no deja de cantar», dijo alguna vez nuestro gran Charro de Huentitán. Y las palmas no se han dejado de escuchar.
¿Ya viste nuestra portada de enero 2020? Una imagen exclusiva con la dinastía Fernández.
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