Por María del Mar Barrientos
Fotos Fernanda Roel
Grooming Juan Carlos Martínez
¡Está perfecto! César Costa cumple 80 años de edad y lo celebra con mucha energía, salud y muy complacido de la carrera que ha consolidado y de la familia que ha formado.
El cantante, conductor y actor nos abrió las puertas de su casa, para reiterar lo bien que está a sus 80 y las ganas que aún tiene de seguir haciendo cosas. “Soy un constante aprendiz”, nos dice cuando se le pregunta, ¿qué le falta por hacer? Con varias décadas de trayectoria y un icónico camino andado, que representa la época de oro de la televisión mexicana, César Costa nos habla de su infancia, de Papá soltero, de sus suéteres de rombos, que tanto lo caracterizaron, y de su gran amor por sus hijas y la música (las fotos de este reportaje fueron tomadas por Fernanda, una de sus hijas, quien se dedica a la fotografía). CUMPLES 80 AÑOS EL 13 DE AGOSTO ¿CÓMO TE SIENTES Y EN QUÉ MOMENTO DE TU VIDA ESTÁS? Soy el primer sorprendido de que sean 80 años porque no los siento. De hecho, me siento mucho más joven, afortunadamente he tenido muy buena salud y si me preguntas qué edad tengo, te diría que atemporal, porque sigo con muchas ilusiones, muchos sueños y me siento muy productivo con la vida. Antes de la pandemia hicimos 14 Auditorios Nacionales y me sigo sintiendo muy bien, estoy en muy buenas condiciones y lo que menos pienso es en la edad. No importan los años que se acumulen, sino cómo te sientes. Me siento igual que siempre, aunque quizá con más experiencia.
¿CUÁNTOS AÑOS DE CARRERA ARTÍSTICA TIENES? Tengo 54 años de carrera artística. Empecé en 1958, con Las Camisas Negras (una agrupación musical mexicana), que para mí era un pasatiempo y comenzamos jugando a esto porque tuve la fortuna de tener una muy buena educación musical, estudié piano a los 13 años y luego toqué el violín. Y ese conocimiento me ha permitido prolongar mi carrera. Después, dejé el violín para tomar la guitarra. NO TODO MUNDO SABE QUE CÉSAR COSTA ES TU NOMBRE ARTÍSTICO… Sí, mi nombre real es César Roel. Mi padre era un abogado muy reconocido y serio, y cuando empecé en el medio, no quise quemarlo a él. Porque ser rocanrolero en esa época era visto muy diferente. Nos veían como los rebeldes sin causa. Me lo cambié cuando tenía 17 años y entonces estaba en la Facultad de Derecho de la UNAM.
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