Moda, lujo, creatividad y un enorme legado son las características que rodean a Silvia Venturini Fendi y su hija Delfina Delettrez. En una entrevista exclusiva para CARAS platicamos sobre la familia, su relación, pasión por el diseño y retos.
Por Ailedd Menduet
SILVIA VENTURINI FENDI
¿Cuál es tu primer recuerdo en la industria de la moda?
Diría que cuando conocí a Karl Lagerfeld, yo tenía cinco años. Él siempre estuvo ahí. Al principio, no entendía qué es lo que él hacia. Estaba todo el tiempo ahí, como parte de la familia.
¿Cómo descubriste que querías diseñar?
Fue una decisión muy personal, pero por supuesto, el crecer en una familia así, era también algo bastante normal para mí, yo diría. Siempre digo que me gustó la moda desde el principio de mi infancia. Yo era la que estaba interesada en todo momento por lo que estaba pasando en el atelier o en las oficinas centrales.
¿Cuál es el desafío más grande de continuar con el legado de Fendi?
Somos una empresa que está cerca de cumplir cien años de historia. Mis abuelos la fundaron en 1925, destacando la importancia de mantener las tradiciones para no perder de vista nuestro pasado, pero también seguir mirando hacia el futuro y continuar siendo relevantes después de todos estos años. Esto es lo que me compromete a proyectar Fendi hacia una nueva dimensión. Nos gusta ver lo que no hicimos más que lo que hicimos, por lo que siempre enfrentamos nuevos desafíos. Yo diría que somos una compañía histórica, tradicional, pero muy moderna y contemporánea, casi experimental, en nuestro corazón.
DELFINA DELETTREZ
¿Cómo fue crecer entre la industria de la moda?
Pienso que la creatividad no pasa a través del ADN –aunque me gusta decir que mis cromosomas son doble FF–, sino que se obtiene median- te una observación cuidadosa y una fuerte sensibilidad, nunca nadie nos ha empujado ni obligado a amar la moda, aprendí al observar, tenía a estos grandes maestros (mi madre, mi abuela y sus hermanas, y por supuesto Karl Lagerfeld) frente a mí, y era como ir a la escuela desde el primer día de vida pero sin miedos, sin ansiedades de desempeño; me enseñaron la importancia del enfrentamiento y el diálogo, simplemente mi familia dejó la puerta abierta y nos permitieron entrar cuando queríamos. Lo esencial era tener un punto de vista, una idea, sin importar la edad que tuviéramos, y esto naturalmente empujó el acelerador en el lado creativo y crítico de todos.
¿Siempre quisiste dedicarte a algo relacionado con el diseño?
Mi madre siempre me dijo que yo tenía un estilo muy personal desde chica; tuvo que esconder las tijeras en casa para evitar que destruyera piezas de archivo cuando solo quería transformarlas en mi cuerpo.
¿Qué parte del proceso creativo disfrutas más?
Mi proceso creativo me sorprende cada vez, pues siempre será diferente. Me gusta decir que las ideas son muy “descorteses”, siempre llegan en el último minuto y las encuentras de las formas y lugares más inesperados.
¿Cuál es tu siguiente sueño por lograr?
En 2025 Fendi celebrará un siglo de creatividad. Quiero escribir mis páginas en esta increíble historia con la misma pasión y creatividad, además de aportar nuevas historias. Descubre el artículo en la edición impresa CARAS DICIEMBRE
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