CARAS entrevistó a Mauricio González, médico mexicano que vive en Nueva York, quien se ha convertido en un fenómeno en las redes sociales por ser, desde hace dos años, una fuente fidedigna para esclarecer dudas sobre el Covid-19 a través de su cuenta en Instagram.
Por María del Mar Barrientos
Mauricio González A raíz de la pandemia surgieron varias dudas sobre en qué consistía el Covid-19, cómo tratarlo, qué hacer y qué no hacer. En medio de la incertidumbre y de tanta mala información, surgió “Doctor Mau”, como una alternativa para consumir contenidos certeros y fidedignos a través de las redes sociales. El doctor Mauricio González es un médico mexicano actualmente avecindado en Nueva York, que colabora en el área de emergencias de un hospital en la gran manzana. Desde ese lugar, comenzó a tratar pacientes de Covid-19. Viendo cómo se desarrollaba la enfermedad, cómo afectaba, decidió dar a conocer a través de las redes sus experiencias y datos duros completamente investigados, que ahora, luego de dos años, ha ayudado a miles y miles de personas, convirtiéndolo no solo en el médico de todos, sino en una fuente de información certera para así salvar vidas. Ahora, Doctor Mau, es un fenómeno en internet, donde a través de su cuenta de Instagram se mantiene informando y esclareciendo dudas. CARAS platica un poco sobre cómo ha vivido todo este proceso.
¿CÓMO LLEGAS A NUEVA YORK?
Yo soy de Campeche. Primero estudié Nutrición y después Medicina. En mi último año de la segunda carrera, la directora de la facultad me dijo sobre un intercambio en Miami, ya que yo hablaba muy buen inglés y tenía excelentes calificaciones. Me fascinó el estilo de vida de Estados Unidos, porque hay horarios, reglas, rutinas... y se respetan. Pero lo que más me llamó la atención fue que los residentes, los médicos en entrenamiento para especialidad, son sumamente respetados, completamente opuesto a lo que yo había visto en México.
Apliqué para irme a Nueva York y llegué aquí en 2015. Tengo dos especialidades, una en Medicina Interna, y hace seis meses terminé la segunda en Medicina de Emergencia y Trauma, y ahora mismo me desempeño como attending en un hospital en la ciudad de Nueva York y tengo a mi cargo residentes y estudiantes de Medicina del New York Medical College.
¿CUÁNDO DECIDES QUE VAS A INFORMAR A TRAVÉS DE LAS REDES SOCIALES?
Antes de que pegara la pandemia llevaba como dos o tres años dándome cuenta de que había dos mundos de información, uno es el de los médicos y los científicos, y el otro estaba en las redes sociales. Sin embargo, ambas esferas no se cruzaban, pues la información en las redes estaba siendo subsanada por fuentes de dudosa calidad, con datos imperfectos y que no respetaban los matices de los contenidos, es decir, que todo lo pintan en blanco o en negro, en bueno o malo, entonces, yo empecé con mensajes para promover una dieta mucho más vegetal para reducir las enfermedades degenerativas en México y en toda Latinoamérica.
¿CUÁNDO FUE EL MOMENTO MÁS DIFÍCIL PARA TI?
Cuando empieza la pandemia, el epicentro en el mundo occidental fue Italia y Nueva York, y fueron los momentos más difíciles que he visto en mi vida porque toda la gente piensa que los médicos están entrenados para ver personas morir. Sí, estamos preparados para eso, pero no estás entrenado para ver cientos de personas de 30 años morir. México se estaba tomando las cosas muy a la ligera, lo veía en redes sociales y fue cuando hice mi primer video. Te puede interesar: LA PANDEMIA POR COVID-19 HA GENERADO UNA CRISIS DE SOLEDAD EN EL MUNDO Entonces, se volvió viral y me di cuenta de que no es que la gente esté buscando información chatarra, simplemente no tenían acceso a una fuente fidedigna, donde los doctores presentaran datos bibliográficos, explicaran los matices de la información. Así, comprendí del poder tan grande que puedo tener y me lo tomé en serio. Honestamente, lo más difícil fue decirles a muchas mujeres que sus esposos habían fallecido, y es muy duro, porque son familias muy jóvenes y cuando salías a la sala de espera los veías con un niñito de dos años en brazos y eso te cambia y te entristece. Descubre la entrevista completa en la edición impresa CARAS FEBRERO