La primera actriz recuerda cómo conoció la historia de una de las mujeres ma?s importantes en el mundo de la moda.
Por allá del año 1971 apareció en México el primer movimiento feminista del país. Al mismo tiempo, la carrera actoral de Diana Bracho despegaba con su primera aparición en el cine de oro mexicano: ?El Castillo de la Pureza?, película dirigida por Arturo Ripstein en 1972 y que evidenció una sociedad donde la opinión de la mujer era valorada en lo mínimo, e incluso nula. Este primer trabajo, marcaría su vida para siempre.
Diana fue la única entre 60 compañeras del bachillerato que tuvo la oportunidad de ir a la universidad y terminar una carrera en Filosofía y Letras, algo común en esos años, pero ella tuvo una fuente de inspiración. Recuerda que desde que conoció la historia de Gabrielle Chanel, quedó prendida de la mujer rebelde, apasionada, pero sobre todo? libre.
Gabrielle nació y creció en la pobreza de Francia en 1883. Sin duda, una época en que las mujeres que luchaban por sus derechos y libertades - las primeras feministas - eran consideradas un mal para la sociedad. Su padre la abandonó y a pesar de que ella le esperaba de vuelta todos los domingos, hizo honor al significado de su nombre: convirtiéndose en la mujer fuerte y poderosa que brillaría por mucho tiempo.
Esta lucha que ha tomado tiempo, pero en palabras de Diana Bracho: ?si vemos históricamente a la mujer, pues ha cambiado mucho?.
Gabrielle lo hizo a su modo. Fue una mujer apasionada y libre. Audaz y valiente... tan valiente que enfrentó a los hombres de su tiempo para convertir un hobby -confeccionar sombreros para sus amigas- en una de las empresas más importantes del mundo de la moda: CHANEL.
Las carreras de ambas mujeres, Diana y Gabrielle, crecieron exponencialmente debido al trabajo, la dedicación, la pasión y la creatividad que siempre persiguieron. Bracho es una mujer que se reinventa con cada personaje, lo que le ha valido varios premios. Gabrielle reinventó los accesorios con cada personalidad y en poco tiempo se hizo de un nombre y una mansión dedicada al buen vestir. Ambas se rebelaron contra lo establecido para alcanzar sus sueños, porque ellas así lo quisieron.
Y es ahí donde radica el éxito:
Elegir hacer lo que quieres y decir soy quien quiero ser, yo quiero seguir creciendo hasta el último día de mi vida y escojo todo aquello con lo que pueda lograrlo.
A Gabrielle nada la asustaba, siempre vanguardista, buscó y alcanzó su máximo éxito, inventar la nueva feminidad, una nueva forma de pensar que instiga a las mujeres a liberarse de los códigos establecidos, a vivir por sí mismas y para ellas mismas.
Y así, con las características de una mujer audaz y visionaria, la casa de moda CHANEL reencarnó en una exclusiva esencia a ?Gabrielle Chanel?, la fragancia para la mujer rebelde, apasionada y siempre libre.