Originario de Perú, Franco Noriega viajó a Nueva York para perseguir el sueño de abrir su propio restaurante, pues desde niño ha estado expuesto al mundo de la cocina debido a la pasión de sus padres por el arte culinario.
Por Karen Huerta Arceo
“Delfina mi nana era una excelente cocinera, ella se encargó de la gastronomía en mi casa, gracias a ella aprendí todo lo básico de la cocina”, expresó Franco Noriega.
Ver esta publicación en Instagram
Desde corta edad, Franco soñó con vivir en Estados Unidos, siguió la pista y desde hace 15 años vive en Nueva York, una ciudad con la que se identifica y conecta plenamente. Tras su llegada a la gran ciudad, entró a la Universidad para estudiar actuación, tiempo después, un reconocido fotógrafo distinguió su talento y lo invitó a adentrarse al mundo del modelaje. “En el modelaje siempre fui lo estético, me cansó no poder expresar mis ideas, lo que aportaba tenía poco valor, yo quería explotar mis opiniones”, comentó Noriega.
Por este motivo, después de muchos años tomó la decisión de estudiar lo que siempre le apasionó: la cocina. Al terminar sus estudios en gastronomía, abrió su primer restaurante, el cual, fue todo un éxito para los neoyorquinos y turistas de la zona. En ese momento, el chef abrió los ojos y creció en él un animo inmenso de seguir adelante, posteriormente abrió su segundo restaurant que, a diferencia del primero, su capacidad es de 300 personas.
Viajar, y hacer feliz a la gente es su motivación para continuar con sus negocios restauranteros, que tienen como prioridad usar ingredientes orgánicos para cada uno de sus platillos los cuales, Franco define como saludables, ricos y simples. Te puede interesar: JOSÉ ANDRÉS, EL CHEF QUE ALIMENTA A LOS REFUGIADOS UCRANIANOS