Gabriel Rico describe al arte como un fluido ferromagnético en el que la naturaleza reactiva de este, no causa que pierda su esencia, si no que le abre un mundo de posibilidades. Al exponerlos a diferentes objetos, va a reaccionar de manera única a cada uno de ellos.
El arte no depende de un sector o factor exclusivo de la sociedad, pero la habilidad de asimilarlo, interpretarlo y absorberlo, le da un poder único que siempre ha ido en paralelo con el desarrollo de la humanidad.
La obra de Gabriel viene de una necesidad de expresión, un puente que conecta sus pensamientos con lo que quiere transmitir. Derivado de su dislexia, necesitó este entablillado para poder contar sus percepciones del mundo, sin necesidad de tener que explicarlo, e incluso, no tener que estar presente para contarlo. Es por esa misma razón que él busca que su trabajo sea fácil de comprender, o en sus propias palabras, “que tenga un canal que facilite a la interpretación, quiero que un niño de 4 años pueda reconocer un objeto y proyectarlo, pero que también, un crítico pueda verlo y que sea capaz de encontrar un significado más profundo”.
Inspirado en su propia experiencia, sus esculturas e instalaciones buscan representar de forma juguetona, de qué está hecho él como persona. Uno de los mejores ejemplos de esto es la obra que representa su niñez, marcada por climas desérticos que, de forma sensorial y sensitiva, lo llevaron a producir sus icónicos cactus. De esta manera, cruda, pero eficaz, se ve plasmado el cuerpo humano con una percepción única que ve mucho más allá de la simplicidad presentada por los huesos, la carne y los conceptos sociales de los cuales estamos compuestos.
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Es impresionante la manera en que Gabriel Rico aborda temas tan complejos y profundos, de una forma tan divertida y placentera a la vista, haciendo que su arte y las reflexiones que provoca, estén al alcance de todos. Las historias de Gabriel y Guadalajara siempre han estado entrelazadas. Él recuerda que cuando inició, nunca tuvo la oportunidad de trabajar junto a otros artistas porque no había esos espacios que lo permitieran en la ciudad.
Hoy día, esto es diferente, pues cada vez hay más oportunidades para los jóvenes artístas, siendo este, uno de los temas de importancia para Gabriel. En sus palabras: “Busco generar y contribuir un poco para crear un escenario local aquí en Guadalajara, donde la gente pueda establecer su carrera artística. Me encanta tener la posibilidad de ofrecer trabajo a diferentes artistas que están en mi taller y crecer junto con ellos”. Es así como Gabriel se ha hecho de un nombre que es referente de la escena artística.