En su mudanza a Miami, Jeff Bezos, el fundador de Amazon, trasladó consigo una de sus posesiones más preciadas: el megayate “Koru”.
Este velero, valuado en impresionantes 500 millones de dólares, es reconocido como el yate más grande del mundo y se ha convertido en el epicentro de una situación inusual para el magnate.
Jeff Bezos no tiene donde atracar su yate
Debido a sus enormes dimensiones, el yate de Bezos no pudo encontrar espacio en las instalaciones habituales en Port Everglades, Florida.
A diferencia de otros yates privados que se estacionan junto a sus pares en puertos deportivos, el “Koru” tuvo que ser acomodado en el puerto marítimo de Fort Lauderdale, conocido por su ocupación frecuente de petroleros y cargueros.
Un gigante en el mar
El “Koru” no es simplemente un yate lujoso; es una embarcación colosal con una eslora de 127 metros y mástiles que superan los tres metros de altura cada uno.
Este megayate, construido por la empresa holandesa Oceanco, ha llamado la atención además de por su tamaño imponente también por su diseño interior, que incluye tres jacuzzis, una piscina y una decoración que combina tonos de madera natural y tejidos estampados.
Durante su construcción, el “Koru” enfrentó obstáculos notables en Europa, donde las autoridades consideraron desmontar un puente de 95 años para permitir su paso. Aunque esta medida fue retirada debido a la protesta pública, ilustra la magnitud del desafío logístico que implica gestionar un yate de tal envergadura.
Cuánto cuesta el mantenimiento de “Koru”
El privilegio de tener el “Koru” atracado en Port Everglades no es económico. Las autoridades cobran tarifas excepcionales para yates que superan los 120 metros de eslora, y se estima que
Jeff Bezos debe desembolsar alrededor de 2,400 dólares diarios solo por el servicio de amarre. Este costo se traduce en unos considerables 22,000 dólares durante una estancia de 10 días.
El “Abeona” como compañero de viaje
Junto al “Koru” en sus travesías se encuentra el “Abeona”, un yate de soporte valuado en 75 millones de dólares. Este barco adicional, equipado con un helipuerto y capacidad para hasta 40 personas, se ha convertido en la sombra del imponente “Koru”. Sin embargo, al igual que su contraparte, el “Abeona” también ha enfrentado dificultades para encontrar acomodo cerca de la residencia de Bezos.
La adquisición del “Koru” no solo ha consolidado la reputación de Jeff Bezos como un poseedor de lujos extravagantes, además expone los desafíos logísticos asociados con la propiedad de un megayate de estas proporciones.