Desde siempre, el legado de Juan Domingo ha sido sinónimo de tradición, herencia y claramente, un buen tequila. Él ha sido el encargado, junto con su familia, de mantener esta historia viva a través de los años y de posicionar a México en el mapa gracias a la popularidad de este oro líquido. Bajo esta premisa y con una gran pasión por los destilados, Beckmann visitó uno de estos lugares para conocer el sitio que promete ser un paraíso para los amantes de las bebidas de una sola malta.
Fue en el marco de la celebración por los 415 años de Bushmills, que la empresa inauguró la Destilería Causeway. Con la nueva participación empresarial e inverósni de José Cuervo, se celebra esta nueva unión. Esta es la segunda de la marca desde el siglo XVII, y bajo el lema “Inspirados por el pasado para construir el futuro”, han dejado a los aficionados del whiskey, y al mexicano, con ganas de viajar a Irlanda del Norte, pues son las técnicas milenarias y las instalaciones con tecnología de punta para la producción de los mejores destilados, algunas de las cosas que Beckmann descubrió en este viaje al hogar de la marca más antigua de whiskey.
Bajo la idea de lo tradicional combinado con la innovación, Bushmills abre este recinto que ya se ha convertido en el favorito de miles, especialmente de aquellos que aman el whiskey. El mexicano se ha convertido en el testigo de primera mano de esta creación, y de cómo, con esfuerzos combinados, la marca ha logrado crear perfección pura que se disfruta en un pequeño vaso y a las rocas.