A pesar de un primer date completamente fallido -en 2018-, Orendain y Mora se volvieron a encontrar –meses después- para descubrir que estaban hechos el uno para el otro.
Por Cecilia Morales @CARASmexico
Rodrigo Mora es un reconocido Wedding Planner y arquitecto de interiores. Su excelente calidad en el servicio y entendimiento con sus clientes lo lleva a generar lazos de amistad con ellos, aún después de realizado el proyecto. “En una ocasión, una pareja, muy amiga de Juan Pablo, comenzó a preguntarme si estaba soltero, yo les platicaba que no había conocido a nadie que me llamara mucho la atención, que estaba muy ocupado, que no estaba cerrado, pero tampoco lo estaba buscando, entonces me dijeron que tenían un amigo y que podíamos hacer un buen match; les pregunte que quién era, me dijeron que Juan Pablo Orendain, yo no lo conocía, sabía quien era porqué en Guadalajara todo el mundo se conoce”. Afirma Rodrigo. Juan Pablo Orendain estudió Mercadotecnia Internacional y trabaja en Tequila Orendain, negocio familiar desde 1926 y al que pertenece como tercera generación. “Mis amigos arreglaron todo para que fuéramos a cenar los cuatro, siempre me decían que tenía que conocer a su Wedding Planner, a Rodrigo Mora, yo pensaba que él era muy chico para mí -tenemos una diferencia de edad de 10 años- y por eso no me latía tanto, hasta que llegó el día de la terrible cena. Fue horrible y muy incómoda, creo duró 40 minutos en total”. Asegura Juan Pablo.
LA INFLUENCIA DE LAS REDES SOCIALES
Semanas antes de ese primer encuentro, Orendain comenzó a poner mas atención a lo que subía o no Rodrigo en sus redes sociales y un día subió una story que estaba en la Ciudad de México y que su vuelo tuvo un retraso de varias horas, en un tono de broma Juan Pablo le comentó que eso le pasaba por volar low budget, para Rodrigo fue algo agresivo y pensó “pues éste qué se cree”. Tres meses después, Mora trabajaba en la boda de una prima de Juan Pablo, ahí se volvieron a encontrar y después de una corta plática se dieron la oportunidad de volver a salir. A partir de esa segunda cena, la pareja se volvió inseparable, eran llamadas, mensajes por whatsapp, salidas al cine, a tomar un café, a cenar o cualquier motivo para encontrarse.
UN CUMPLEAÑOS MUY ESPECIAL
En la hacienda familiar situada en Tequila, Jalisco, Juan Pablo celebraba -en diciembre- su cumpleaños 38. Toda la noche estuvieron platicando juntos y antes de irse a dormir, el Wedding Planner tomó la batuta y le pidió a Juan Pablo ser su novio. La personalidad del empresario tequilero es más pausada y calmada, sin embargo la química con el diseñador fue tan marcada que a las tres semanas del segundo date aceptó iniciar una relación con él. “A partir de ese día, ha sido increíble. Siempre fuimos muy claros de cómo y hacia dónde queríamos llevar nuestro noviazgo. Platicamos todas nuestras ideas, intenciones e ilusiones. Tal es el caso, que a los diez días de ser novios -un martes casual cenando-, yo le pregunte que si él tenia planes de casarse en algún momento de su vida, y me dijo que no. Yo le conteste que a diferencia de él, yo si quería formalizar la relación con mi pareja. La boda no era lo mas importante, pero si el matrimonio” asegura Rodrigo Mora.
UNA BODA SE PUEDE PLANEAR EN UNA SERVILLETA
“Juan Pablo me pregunto que de ser así, ¿como haría mi propia boda?, y yo le contesté, si me casara contigo, por ejemplo, haría esto. Agarre una servilleta y le dibuje una boda. Le expliqué como cada cosa tenia su razón de ser y el porque la haría de esa manera. A él le encanta decir que se asustó con todo esto, pero sé que no fue el caso, porque luego descubrí que guardó la servilleta”. Platica entre risas Rodrigo. Al año de iniciar la relación comenzaron a vivir juntos, a los pocos días empezó la pandemia y por azares del destino decidieron pasarla juntos en Puerto Vallarta. “Honestamente creo que este tiempo ayudo a conocernos aún mejor, y aprender a convivir como pareja. Nos acomodamos el uno al otro y esta convivencia 24/7 tan intensa creo que nos ayudo a asegurarnos de quienes éramos el uno para el otro. A pesar de que fue un tiempo tan difícil a nivel mundial, donde el tema social, familiar y laboral fue tan complicado, puedo decir que ha sido de las etapas mas increíbles que hemos vivido como pareja. Hasta puedo decir que a veces, extraño esta convivencia y esta rutina que teníamos durante el encierro. Creo que eso orilló a Juan Pablo a tomar la decisión de comprometerse”. Platica Mora. La pareja regresó a Guadalajara en junio de 2020 y ese mismo diciembre se comprometieron, platicaron mucho acerca del día en que pasara esto y cómo querían que sucediera. Los amigos de Juan Pablo se encontraban sorprendidos, pues nunca habían visto en él tanta ilusión y entrega, normalmente tiende a ser una persona cautelosa; la relación amorosa con Rodrigo lo desprendió completamente.
¿QUÉ FUE LO QUE MÁS TE LLAMÓ LA ATENCIÓN ACERCA DE RODRIGO?
JUAN PABLO: Lo que más me llamo la atención de Rodrigo cuando lo conocí fue su seguridad y la manera en que se desenvuelve con la gente que lo rodea con tanto afecto y cariño. Así como yo, creo que es una persona que realmente se da a querer. Compartimos muchos gustos e ideas. Ambos somos muy familiares. Rodrigo conoce mis virtudes y mis defectos; al final entiende y distingue cada uno de ellos. Me gusta que cuando estoy con él puedo ser yo, no tengo que fingir, ni actuar. Me quiere tal y como soy, con lo bueno y lo malo, así como yo a él. Al final del día puedo decir que Ro llegó a hacerme mejor persona. Aprendo cosas nuevas todos los días, saca lo mejor de mí y me da mucha tranquilidad y paz.
¿QUÉ ES LO QUE MÁS TE GUSTA DE JUAN PABLO?
RODRIGO: Creo que como numero uno y de las mas importantes, es su capacidad por querer sorprenderme y buscar – siempre- ser espontaneo. Es sumamente detallista conmigo. La segunda es la manera en la que procura a toda la gente que sabe que quiero. Es sumamente atento y está siempre presente en las cosas que considero importantes, y más aún, con mi familia y amigos. Por ultimo, creo que es mi complemento perfecto, hacemos un gran equipo.
¿CÓMO FUE EL COMPROMISO?
RODRIGO: Como les comenté, Juan Pablo es sumamente detallista y siempre está buscando de que manera puede sorprenderme. El compromiso no fue la excepción. Se aventó una historia y compromiso de película. Consiguió que un amigo suyo de Los Ángeles, que maneja talento, me buscara. Todo esto con la intención –simulando- que uno de sus clientes me contrataría para hacerle su boda. Nunca me dijo quien era. Tuve que firmar un contrato de confidencialidad el cual decía que no sabría detalles hasta haber pasado una serie de entrevistas. Yo, al hacer mi investigación, vi que él representaba a las Kardashian, y honestamente pensé que sería una de ellas. A todo esto, Juan Pablo me daba cuerda y me decía que pues probablemente si podía ser y que sería una gran oportunidad para mi carrera. Estuve en contacto con la gente de Los Ángeles por alrededor de dos meses. En una serie de entrevistas, correos y mensajes los cuales siempre eran muy formales haciéndolo ver sumamente real. Todo culminó con una cita presencial en Punta Mita a la cual debía presentarme. Honestamente me fui muy nervioso pues no sabía qué esperar. Le llamé a Juan Pablo, él se encontraba en Ciudad de México en un viaje de trabajo. ¡Claro! Hasta donde yo creía. Llegué al punto de encuentro, para mi sorpresa, era Imanta un resort en el que habíamos estado juntos en nuestro primer aniversario. Al llegar, me recibieron e indicaron que esperara a mi cliente en el mirador -que es la parte mas bonita del hotel-. En ese momento pasó por mi mente que a lo mejor se trataba de un plan de Juan Pablo. Subí al bar y vi a un señor tomándose un drink y el bar tender, ahí pensé que seguro no era lo del compromiso, porqué Juan Pablo es muy especial para eso y no dejaría que estuviera alguien más en el lugar donde pudiéramos comprometernos. Eso hizo que se esfumara la idea de mi cabeza.
¿SOSPECHASTE ALGO?
RODRIGO: Pues imagínate, yo sin saber bien qué onda, en una mesa con champaña viendo el mar cuando de pronto aparece una señorita con un sobre que mandaba mi cliente, abrí la carta, y escucho de música de fondo mi canción favorita. Realmente no leí la carta, nada más vi que era la firma de Juan Pablo. En ese momento volteé hacia atrás, y él estaba ahí hincado. Fue increíble. En ves de un anillo, me regaló un reloj espectacular.
¿CÓMO SE COMPORTA LA SOCIEDAD EN GUADALAJARA ANTE SU BODA?
JUAN PABLO: Definitivamente fue un shock para toda la gente que nos quiere y nos rodea, ya que en la sociedad que vivimos, no es lo común. Podemos decir que al día de hoy, nos consideramos unas personas sumamente bendecidas por el apoyo y amor que hemos recibido de nuestra familia y amigos a lo largo de los años. Ha sido un camino largo y complicado, pero definitivamente, uno que ha valido la pena. Podemos asegurar que la gente que ha decidido acompañarnos, es gente que no solo nos quiere y apoya, van más allá, están sumamente felices por nosotros. “A raíz de que publicamos nuestro compromiso, hemos recibido un sin fin de mensajes de aliento y felicitaciones de gente que ni conocemos. De igual modo, las personas se nos han acercado a platicarnos sus historias y procesos personales. Siento que esta boda inspira y enseña que no solo no esta mal, si no que podemos hacer las cosas como todo mundo las hace. Sin pensarlo, ni planearlo, una imagen ha detonado miles de cosas positivas. Al final del día creo -con mi corazón- que hacemos las cosas bien, como debe de ser, y por lo mismo, no tenemos porque esconderlo o hacerlo distinto.” Finaliza Juan Pablo Orendain. “Cuando me preguntan por mi boda o les platico acerca de ella, siempre me gusta ser muy claro al explicar que no estamos haciendo esto por llamar la atención, lo estamos haciendo desde el amor y queremos vivir la experiencia que al final del día mis clientes viven cada fin de semana. Con el tiempo, nos dimos cuenta del impacto que tiene compartir nuestra historia. No vamos a cambiar al mundo, pero sí creo que es el granito de arena que podemos aportar como pareja, en símbolo de agradecimiento por lo bendecidos que somos en nuestras vidas”. Concluye Rodrigo Mora.