Los pitchers zurdos Urías y González fueron pieza fundamental en la consecución de las Series Mundiales por parte de los Dodgers y su futuro en la franquicia ilusiona.
Muchos son los estereotipos que los mexicanos que deciden cruzar la frontera hacia Estados Unidos se enfrentan día con día, pero nombres como Julio Urías y Víctor González demuestran todo lo contrario. Trabajo, sacrificio, esfuerzo, superación de las adversidades, talento, fuerza son algunos de los valores que vienen en el ADN de todo mexicano. La noche del 27 de octubre, en Arlington (Texas) con el triunfo de Los Ángeles Dodgers frente a los Tampa Bay Rays (4-2) los jóvenes peloteros zurdos de los Dodgers conquistaron y pusieron el nombre de México en alto a base de lanzamientos. Y es que en el momento más complicado del sexto partido frente a los Rays Dave Roberts, entrenador de los Dodgers, volteó la mirada hacía su bullpen encontrándose con dos jóvenes mexicanos de 25 años quienes respondieron dándole a la franquicia angelina un título del Clásico de Otoño 32 años después.
Dos jóvenes estrellas
Primero fue el nayarita Víctor González quien salió en la sexta entrada con una mínima ventaja para los angelinos, quien se posó en la loma y sacó cuatro outs, incluyendo tres ponches. Convirtiéndose en el año de su debut en las Grandes Ligas en el cuarto mexicano en ganar un partido en Serie Mundial. Después le llegó el turno a Julio Urías, el de Sinaloa que ya tenía experiencia en este tipo de instancias y no defraudó. Desde el momento en el cual Roberts le entregó la bola, Urías supo que él tenía la responsabilidad de cerrar el juego y entregarle el título 32 años después al equipo como hizo en 1981 Fernando “El Toro” Valenzuela. Su misión estaba clara: sacar siete outs y preservar la ventaja de 2-1 que le habían entregado. Con una gran defensa y sus zurdazos de más de 94 millas logró los siete outs necesarios para proclamarse campeones. El camino que tanto González como Urías tuvieron que recorrer para ser campeones de las Grandes Ligas y pieza fundamental para el futuro de los Dodgers no fue para nada sencillo.
Julio Urías y Víctor González, mexicanos conquistando Los Ángeles a base de lanzamientos
Víctor González, el esfuerzo
El semblante serio con el que cada partido Víctor González se sube a efectuar sus lanzamientos se desvaneció en el momento que conectó con su familia en Tuxpan (Nayarit) para celebrar la consecución del Clásico de Otoño y su abuelo le dijo , “hijo aquí estamos hijo felices. Arriba los Dodgers” y la imagen de su difunto padre aparecía en un segundo plano.
Y es que el esfuerzo por cumplir su sueño siempre ha sido la bandera con la cual ha navegado este relevista mexicano. El nayarita logró en 2012 atraer a los Dodgers con su talento demostrado en la Academia Harp Helú de Oaxaca, pero en estos ochos años ha tenido que superar a base de esfuerzo varios obstáculos hasta ser parte fundamental en la consecución de la Serie Mundial. Tras varios años demostrando su talento en varios filiales de equipos de Grandes Ligas, González estaba a punto de debutar en 2017 con los Detroit Lions, pero una lesión pausó su sueño.
Este fue un momento duro para el pelotero, quien se incorporó a los Charros de Jalisco de la Liga Mexicana del Pacifico (LMP) esperando volver a ganarse el derecho de debutar en Grandes Ligas. Cosa que logró el pasado 31 de julio al debutar en la Major League of Baseball (MLB) frente a los Arizona Diamondbacks. Este es apenas el comienzo de una gran historia de un mexicano en la mejor liga de baseball del mundo.
Julio Urías, el presente
Desde hace cuatro años que debutó, Julio Urías no ha parado de cosechar triunfos y récords con tan sólo 24 años de edad. En 2014, con tan solo 15 años, fue descubierto por Mike Brito, cazatalentos de los Dodgers, al igual que Fernando Valenzuela y Víctor González. El equipo angelino desembolsó 450 mil dólares para hacerse con un talento que desde el primer momento demostró su calidad.
Tan solo dos años después debutó en Grandes Ligas, siendo el más joven en hacerlo con los Dodgers desde 1942. 2017 estuvo toda la temporada lesionado y en 2018 se volvió a incorporar al roster de los Dodgers en la post temporada de 2018, donde cayeron derrotados en la Serie Mundial frente a los Boston Red Sox. En 2018, con 22, años fue el segundo jugador más joven en la historia del equipo en lanzar en una Serie Mundial. Hoy en día superó a Fernando Valenzuela como el mexicano con más apariciones en Series Mundiales y ya es campeón de las Serie Mundial.
Superando obstáculos
Desde su nacimiento, el sinaloense ha tenido problemas de visión debido a que nació con un tumor benigno en su ojo izquierdo, el cual le fue extirpado, pero que provocó que su visión sea muy limitada y prácticamente sólo tenga la capacidad de ver con su ojo derecho. Eso no ha limitado a este joven mexicano,quien llegó a declarar “son cosas de Dios, me dio un ojo izquierdo malo, pero un brazo izquierdo muy bueno”. Tan bueno que con rectas de más de 90 millas logró cerrar el encuentro y darle 32 años después a los Dodgers un título más de Grandes
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