En el corazón de cada buen momento compartido a través de la comida, se encuentra una mesa, que se presenta como un lienzo en blanco rogando por una intervención artística. Desde una comida celebratoria hasta una cena íntima con quienes conforman nuestro mundo.
Lo que inició como una oda visual a la comida, un intento por preservar un momento y congelarlo en el tiempo ante la efimeridad de la vida, trasciende para convertirse en un espacio dedicado al arte. Más que un perfil entre tantos otros, Kari Arreola crea Tables Tables Tables con la finalidad de facilitar la creación de memorias que perduren.
¿CÓMO SURGE ESTE FENÓMENO DE LAS REDES SOCIALES?
Todo comenzó a finales de 2020. Instagram se centra mucho en compartir momentos y la cultura foodie ha infestado la app. Siempre he sido fan de la comida, y tenía un blog donde hacía una suerte de curaduría visual de moda, pero justo me surgió la idea de hacer algo similar con comida. Irving Penn fue una de mis principales inspiraciones, al usar alimentos en muchas de sus fotos con otras cosas como tacones, platos o ropa, entonces empecé a compartir fotos similares de todo: series, revistas, películas. De la nada, gente de todo el mundo comenzó a seguirme, incluidos editores internacionales, y así se globalizó todo. Eso es parte de la cuenta, pero llega la parte de empresa, en la que nos enfocamos, desde el año pasado, en colaborar con restaurantes, pues empezamos a hacer el diseño de set para eventos especiales.
DICEN QUE PRIMERO COMEMOS CON LOS OJOS. ¿CÓMO SURGE EN TI EL INTERÉS POR CREAR ESTE UNIVERSO ESTÉTICO Y VISUAL RODEANDO ALGO TAN COTIDIANO COMO LA COMIDA?
Siempre he sido una persona muy visual. Mi interés por la moda me ha llevado a desarrollar un ojo especial por entender lo que sucede en el mundo de manera visual. Hay cierta belleza en retratar todo lo que se ve en una cena. Las botellas vaciándose, las copas de vino, los platos ya comidos, la gente picando de un plato compartido. Me parece increíble poder retratar lo bonito que se la pasó alguien en cierto momento.
¿CUÁL ES LA FILOSOFÍA DETRÁS DEL DISEÑO DE MESAS Y TU LÍNEA DE GUÍA?
Me inclino muchísimo hacia los lugares clásicos, con meseros de toda la vida, que llegas y tienen un mantel blanco con copas altas. Por otro lado, me encanta esta escena escandinava con un minimalismo colorido. Tengo esas dos visiones, que combinan lo clásico con un toque divertido.
¿CUÁL ES TU MEMORIA FAVORITA EN EL COMEDOR?
Me encantaría responder algo emocional; como cuando mi abuelita me cocinaba, pero, sin duda, la sobremesa y el momento en el que estás en completa paz sabiendo que ya comiste y que no hay prisa alguna, me encanta.
EN MÉXICO EXISTE UNA CULTURA MUY FUERTE DE LA “SOBREMESA”. ¿CÓMO CREES QUE EL DISEÑO DE MESAS INVITA A ESTE RITO Y A LA PARTE SENTIMENTAL DE COMPARTIR LA COMIDA?
Me recuerda al típico “mientras yo termino la comida, tú pon la mesa” de nuestras mamás. México se caracteriza por su cultura familiar en la que todos, desde niños, tenemos memorias compartiendo el comedor con nuestros seres queridos y disfrutando un platillo casero hecho con amor. Justo considero que el tener una mesa bonita te abre la puerta a querer continuar compartiendo todo este ritual de la sobremesa. Como una experiencia prolongada, señal de que en ese momento no existe más que la felicidad de compartir y de “ser” en conjunto.
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