“La Catrina” es uno de los íconos más representativos de la cultura mexicana, pero ¿cómo nació y quién es su creador? ¡Aquí te lo contamos!
‘La Catrina’, el personaje con el que el mundo asocia a México y al Día de Muertos, nació en 1910 como una forma de protesta, rebeldía y de burla para aquellos que olvidaban sus raíces.
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¿Cómo nació La Catrina?
Fue el ilustrador José Guadalupe Posada quien dio vida a la calavera más emblemática de México. El originario de Aguascalientes realizó un dibujo que tenía como objetivo criticar a aquellas mujeres que, con un nuevo estatus social, olvidaban sus raíces y seguían modas y costumbres europeas.
La bautizó como “La Calavera Garbancera”, haciendo alusión de los vendedores de garbanzo, un sector que buscaba aparentar ser rico y olvidarse de sus raíces indígenas.
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La ilustración en un inicio no estaba vestida, solo contaba con un gran sombrero con enormes plumas. “…en los huesos pero con sombrero francés con sus plumas de avestruz”, citó el artista José Guadalupe Posada.
Según los registros con los que cuenta el gobierno de México, los dibujos de cráneos y esqueletos se popularizaron entre la población mexicana durante los gobiernos de Benito Juárez, Sebastián Lerdo de Tejada y Porfirio Díaz.
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Estos dibujos, acompañados de textos, criticaban de manera burlona la situación del México de esa época, sus clases privilegiadas y satirizaban a las personas que deseaban olvidarse de sus raíces indígenas.
Por lo que ‘La Calavera Garbancera’ no fue la única que realizó José Guadalupe Posada.
Una calavera para la posteridad
En 1947, Diego Rivera retomó “La Calavera Garbancera” y la utilizó para su mural “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central”. Ahí fue cuando por primera vez la famosa calavera apareció elegantemente vestida.
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Este hecho hizo que cambiara de nombre y se le llamara ‘La Catrina’, haciendo referencia a la palabra ‘catrín’, misma que era utilizada para hacer referencia a un hombre elegante y bien vestido, que por lo regular era acompañado por una mujer vestida con las mismas características.
Cuando el muralista mexicano pintó a “La Calavera Garbancera” de esta manera, pasó a ser toda una ‘Catrina’.
¿Quién fue José Guadalupe Posada?
José Guadalupe Posada Aguilar nació el 2 de febrero de 1852 en Aguascalientes, México. Se inició en el grabado a los 16 años en el taller de Trinidad Pedroso, donde aprendió los secretos de un oficio tan antiguo como complicado.
Pese a que su familia se oponía a que Posada se dedicara al grabado, en 1871 aparecieron sus primeras obras en la prensa gráfica, en la gaceta El Jicote.
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Sin embargo, José Guadalupe quiso sosegar el disgusto familiar que causaba el oficio que había elegido y optó por conseguir una plaza de maestro de litografía en la escuela preparatoria de León, Guanajuato. Ahí fue docente por un lustro.
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Combinaba su trabajo como maestro con su pasión por la creación de anuncios, comerciales y estampación de imágenes religiosas.
Para 1888, Posada se traslada a la Ciudad de México luego de las inundaciones que sufrió León. Ya en la gran ciudad, recibió diversas ofertas de trabajo y su carrera despegó.
Creó cientos de grabados para los periódicos La Patria Ilustrada, Revista de México, El Ahuizote, Nuevo Siglo, Gil Blas, El hijo del Ahuizote y otras más.
El 20 de enero de 1913 falleció el grabador e impresor aguascalentense José Guadalupe Posada, quien murió tan pobre como había nacido.
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Su muerte “pareció no importar a nadie. El cadáver de don Lupe, cuya acta de defunción señaló alcoholismo como causal, salió de una vecindad marginal de Tepito con rumbo a las tumbas de sexta clase, las únicas gratuitas del panteón de Dolores. Ahí permaneció sin que nadie reclamara sus restos, quedando en el olvido en una fosa común, junto a decenas de calaveras del montón que, como él, fueron olvidadas”, relató el historiador Agustín Sánchez González en un artículo para la revista Relatos e Historias en México.