A muy temprana edad, Tesi Tafich encontró su pasión por escribir y comunicar; desde siempre ha pensado que una de las cosas más importantes es atreverse a contar su propia historia, es una fiel creyente de que al expresarlo podemos cambiar la vida de alguien, y si cambiamos a una persona estamos cumpliendo el ciclo, pues sembramos una semilla que con el tiempo se irá duplicando.
Por Karen Huerta Arceo
Tesi entró en el mundo de la radio y comunicación cuando tenía nueve años, desde ese entonces nunca ha parado de escribir. Aunque constantemente ha estado metida en el universo de las letras apenas hoy comenzó a crear nuevos planes y a dedicarse a lo que más le gusta, después de parar el miedo por ciertas creencias limitantes como, “si eres escritora te morirás de hambre”. “Pensé que esta podría ser mi última oportunidad en la vida de aventarme al proyecto de mis sueños, un sueño que he construido desde muy pequeña que hoy por fin está dando frutos”, comenta Tafich.
La obra de sus sueños a la cual referencia la escritora es El Frasco de Tesi, un proyecto que nació hace tres años un día en la regadera, “para mí, es mi cuarto de guerra personal en donde conecto con mi energía más divina”, afirma. Tras sentir que había perdido todo, comenzó a alimentar su espíritu y seguir la voz de su intuición buscando compartir lo que ha llevado a cabo, lo más bonito que tiene: sus intenciones positivas. El Frasco de Tesi contiene 365 mensajes y consta en sacar uno que conecte con tu corazón cada día. Con el dinero que se recaude de los frascos, se les da una oportunidad a diferentes niños para tener acceso a una educación digna. Tesi Tafich es una fiel creyente de que los niños son el presente inmediato del mundo, quienes serán las personas que regirán el planeta en un futuro, son la parte más importante dentro de la pirámide de la sociedad. Descubre el artículo en la edición impresa CARAS ABRIL