Rodrigo, Mauricio y Alejandro se conocieron cuando estaban en la universidad y fue hace 12 años que decidieron iniciar con el proyecto; un estudio de diseño multidisciplinario, enfocado en mobiliario e interiorismo, pionero en la Ciudad de México y que hoy día pone sobre la mesa un nuevo modelo de negocio con el que combaten la migración local.
Por Samia Becil Canavati Fotos Einar González e Instagram
Desde sus inicios, los socios compartían los mismos ideales, gustos y estilo. “Empezamos siendo una empresa de diseño multidisciplinario que hacíamos prácticamente de todo; nos encargábamos de la parte de mobiliario, interiorismo, diseño gráfico y algo de arquitectura. Hacíamos todas las áreas completas para facilitarle la vida al cliente y que en una sola empresa pudiera encontrar todo lo que necesitaba. Conforme fue pasando el tiempo, nos fuimos especializando y enfocando en lo que más nos gustaba que era el diseño de objetos y mobiliario. Hoy día, nos dedicamos especialmente a proyectos de interiorismo y desarrollo de mobiliario”. Entre risas, confesaron que no se acuerdan de donde viene el nombre “La Metropolitana”, pero que les parece congruente que se llamara así porque su primer taller y oficina, y todos los proveedores y materiales que usaban, estaban en el primer círculo y núcleo de la ciudad; en la metrópolis.
¿Cómo describirían el estilo de sus piezas?
Nuestro estilo es funcional y no solo para el cliente, sino desde el proceso de elaboración y manufactura. La inspiración siempre ha venido de diseños clásicos y de culturas que admiramos, como japonesa y escandinava, pero siempre con elementos mexicanos como el tejido, el yute y maderas nacionales. Intentamos tener un estilo de diseño mexicano, haciendo nuestras versiones de objetos nacionales, pero con toques contemporáneos.
¿Cómo fue el proceso de internacionalización de La Metropolitana?
Fue muy orgánico. Gracias a las redes sociales, nos fuimos dando a conocer y la gente de fuera se empezó a dar cuenta que en México hacemos las cosas bien, hacemos productos de calidad y hasta muchas veces, lo hacemos mejor que los demás. La gente se nos fue acercando poco a poco y empezamos a hacer proyectos como restaurantes y hoteles en diferentes partes del mundo.
¿Cuáles son los proyectos que más disfrutan hacer?
Todos son una delicia de trabajar. Sin embargo, los que más disfrutamos, aunque suene masoquista, son los más complicados, los que nos ponen más retos, los que nos hacen pensar más para ver de qué manera los sacamos adelante.
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