Ignacio de la Infiesta, un español que tuvo que viajar hasta conocer el país que le atrapó el corazón; México. Estudió Administración de Empresas en Madrid y por diferentes razones, vivió en Finlandia, Perú, Nigeria, Angola y la India antes de llegar aquí para darle vida a su emprendimiento Catalinas.
Por Karen Huerta
Fotos Cortesía
Las CARAS del emprendimiento: Ignacio de la Infiesta
¿Cómo nació la idea de empezar tu propio negocio?
I.D: Creo que a veces los negocios no los elige uno, sino que estos te encuentran. Catalinas surgió de una casualidad. Un verano quise llevar algo típico de España para regalar y qué más típico nuestro que las Alpargatas. Un calzado cómodo, bonito y con toda nuestra esencia de país mediterráneo. Para acertar con el regalo consulté a unas amigas. Cuando vieron las alpargatas les gustaron tanto que me pidieron si las podía traer también para ellas. Me empezó a picar la curiosidad. Hacía tiempo que quería crear algo nuevo y de repente parecía que había una oportunidad y además con un producto que siempre me ha encantado.
¿Por qué decidiste emprender dentro de este ámbito?
I.D: Lo que uno emprende tiene que ir muy en línea con cómo uno es. Catalinas iba muy en línea con la creatividad que he ido desarrollando estos años. Además, crear una marca tiene una alta dosis de reto, no es una tarea sencilla y más cuando trae consigo importar el producto.
¿Qué fue lo más difícil de haber emprendido?
I.D: Lo más difícil es no desanimarse, mantener un ritmo constante. Emprender es una carrera de fondo. Se empieza muy fuerte, con altas dosis de ilusión que son muy necesarias para lanzarse, pero pronto comienzan a surgir retos. Si tu única motivación es económica lo dejas porque no hay recompensa económica en el corto/mediano plazo, lo único que hay en este periodo es muchísimo trabajo ya que eres CEO/Becario, responsable de comunicación, compras, exportación, finanzas, legal.... Tienes que mantener muy presente en tu cabeza el por qué empezaste, sino corres el riesgo de tirar la toalla a la primera de cambio.
¿Qué se siente ser emprendedor?
I.D: Ser emprendedor es una mezcla de estar en una montaña rusa de emociones donde pasas de la euforia al desánimo en cuestión de segundos. Es sentir a veces, que no puedes con todo, darte la oportunidad de estar bloqueado y volver al ring para separar las actividades en cachitos, priorizar lo que es urgente de lo que no y seguir adelante. Es aprender a construir equipo y saber delegar. Es un aprendizaje constante donde vas ganando confianza.
¿Cuál fue tu parte favorita de haber emprendido?
I.D: Mi parte favorita es cuando nos escriben las clientas y nos comentan que les encantaron nuestras Catalinas o que el servicio de entrega y atención al cliente les parece excepcional. Por otro lado, cuando las cosas salen adelante y echas la vista atrás. Catalinas nació de una idea, pero está caminando gracias a un equipo excepcional.
¿Cuál es la esencia de tu negocio?
I.D: Nuestra esencia siempre será entregar el mejor producto y diseño poniendo en valor el trabajo de nuestros artesanos. La alpargata está documentada en Europa desde el año 1322, yo no conozco muchos productos que hayan sobrevivido tantos siglos y eso es por ser un calzado muy cómodo y natural. Además, es importante decirlo, Catalinas nació como un agradecimiento a tanta felicidad recibida en mis años viviendo en México. Su esencia es conectar, desde ese agradecimiento, ambos mundos.
¿Qué consejo le darías a los próximos emprendedores?
I.D: Escuchen mucho, pregunten sin parar, mantengan la curiosidad alta, rodéense de gente mejor que ustedes en diferentes áreas y midan los riesgos, de tal manera que una equivocación no perjudique al proyecto, sino que lo refuerce. Te puede interesar: