Para Jeremy Clouser y Cecilia Morales, la cultura del café siempre ha sido una parte fundamental de sus vidas. Después de compartir experiencias en Londres, decidieron regresar a México, donde dieron vida a una de las primeras barras de café con un concepto distinto en la Ciudad de México. Para ellos, el café es mucho más que una bebida; es una parte de su día a día, un espacio cultural donde se llenan de experiencias y momentos.
Tomaron la decisión de crear una cafetería que estuviera lejos de la idea convencional de ser un lugar lleno de arte y revistas. En lugar de eso, optaron por dedicarse exclusivamente al buen café. Buscando ofrecer lo mejor, se comprometieron a vender el café que cumpliera con un comercio directo, justo y responsable.
Su visión no solo se trata de servir café, sino de generar una experiencia desde la sencillez. Su objetivo es que cada visita a Chiquitito café sea más que una parada siendo la oportunidad de disfrutar en un ambiente cálido. Hace casi 12 años, abrieron su primera cafetería, y desde entonces, se han expandido a través de la apertura de cinco cafés en la CDMX.
¿Cómo nació Chiquitito Café?
Nos conocimos en Londres, y gran parte de lo que hacíamos era ir por un café. Se empezó a volver parte de nuestra vida diaria buscar un café bonito y que estuviera rico. Cuando el más bonito no era necesariamente el más rico, y el más rico no era el más bonito, siempre jugábamos con la idea de abrir un café, aunque por un tiempo quedó guardada en el baúl de los recuerdos. En 2012 abrimos nuestro primer café en la condesa.
¿Cuál fue el mayor reto que enfrentaron?
Definitivamente, un reto fue no tener experiencia previa en el mundo de los restaurantes y tener que aprender día a día. Mantener claro nuestro concepto y ser una barra de café distinta en la Ciudad de México. Además, tuvimos que aprender a manejar las opiniones de los demás, llevando nuestro concepto a lo concreto, crecer poco a poco y no dejarnos llevar.
¿Cuál es la esencia de Chiquitito Café?
La sencillez y la calidez. Para nosotros, es importante que todo esté pensado y que haya un esfuerzo detrás. Además, todo el concepto está basado en crear un espacio donde la gente que viene a nuestros cafés se sienta cómoda en ellos, sin importar de con quién estén acompañados. Buscamos que todo lo que esté en el menú sea de la mejor calidad y refleje nuestros gustos personales. Entendemos muy bien a nuestros clientes, tanto nuevos como frecuentes, y tenemos una línea de abierta comunicación con ellos. Para nosotros, es esencial que cada vez que vengan a Chiquitito Café tengan una experiencia positiva.
¿Qué es lo más valioso que han aprendido al emprender?
Creo que comprobamos que hacer las cosas bien siempre da buenos resultados, enfocarnos en cuidar los detalles y la esencia que hace a Chiquitito único. Tomar y reconocer las oportunidades que se nos presenten, no dar por hecho nada y confiar en que nuestro trabajo va a dar frutos positivos. Pero si aprendimos algo, sin duda alguna, fue el valor de tener un equipo, todo lo que han aportado, cuidarlo y cómo las personas que trabajan en el proyecto hacen la diferencia.
