El haber crecido en una familia de joyeros, animó a Jhoseline Flores a asistir a ferias internacionales, descubrir técnicas, procesos e incontables estilos de joyas para aprender de ellas y así crear su propio emprendimiento Juliet Aurel.
Por Karen Huerta Arceo
Foto Einar González
Las CARAS del emprendimiento: Jhoseline Flores
¿Cómo nació Juliet Aurel?
J.F: Vengo de una familia de joyeros que data desde 30 años atrás, no veían su vida haciendo nada más. Mis padres comenzaron este negocio y es algo que siempre me ha apasionado, desde pequeña tuve la fortuna de viajar junto a mis padres para asistir a ferias internacionales donde aprendí un poco de todo, lo que más me llamó la atención fueron los diseños italianos, tengo que confesar que son mis favoritos. Inspirada a través de todas estas experiencias, sabía que quería iniciar una marca que tuviera algo especial, no sabía qué era ese algo pero con el paso del tiempo, logré descubrirlo. Me preguntaba: “¿Dónde quedan esas marcas de joyería fina pero de diseños más contemporáneos, con piezas que se puedan utilizar en un día cotidiano?”, y así fue como todo comenzó.
¿Por qué decidiste emprender en este ámbito?
J.F: Rescatar la belleza de todo el proceso que hay detrás, la tradición del arte orfebre, el tallado a mano, la fundición del oro, un proceso artesanal demasiado valioso que se estaba perdiendo fue la idea que me marcó para iniciar esto, una conversación con unos joyeros italianos amigos de la familia con quienes platicamos y que se estaba perdiendo, el deseo por poseer una pieza de joyería que dure para siempre. Unir todos estos elementos para crear piezas que perduren y que además incrementen su valor con el tiempo, se convirtió en mi misión al momento de emprender Juliet Aurel. Es muy importante enfocarse en el contexto, inspirada en una mujer actual que está en constante movimiento, desde aquella que se desarrolla en un ámbito laboral hasta la mamá activa. Pensando en una pieza que puedas usar en tu día a día, fusiona el diseño, el arte, la modernidad, pero sin olvidarse del sentimiento de comodidad.
¿Para ti que significa la joyería?
J.F: Una obra de arte, es esa sal y pimienta que complemente el estilo personal de cada persona y que además cuenta una historia única y personal.
¿Cuál fue tu parte favorita de haber emprendido?
J.F: Rescatar una tradición familiar en un contexto contemporáneo, el acercamiento personalizado con cada cliente. La joyería es algo íntimo que en muchas ocasiones se adquiere para un momento especial, un regalo, un motivo detrás de la pieza, eso para mi es algo mágico y maravilloso.
¿Cómo te sientes siendo emprendedora?
J.F: Es un reto constante, es una forma de estar en búsqueda de inspiración para poder ofrecer a nuestra comunidad algo único y especial. Pero a la vez es algo que me apasiona, que me reta a estar innovando, me mueve a salir de mi zona de confort y buscar nuevas áreas de oportunidad.
¿Qué consejo le darías a los próximos emprendedores?
J.F: Creo que lo más importante para mí ha sido que lo que hago me apasiona, me inspira, puedo durar horas pensando en propuestas, en ideas, corrientes artísticas, joyería antigua, propuestas y tendencias de los grandes diseñadores en las semanas de la moda. Sin duda en el ámbito que decidan emprender tiene que ser un ámbito que les apasione y los inspire. En mi caso, me ayudó y me complementa venir de una carrera de negocios, organizar y estructurar tus ideas es algo fundamental, tener un plan de finanzas es básico, aunque no considero que sea necesario tener una carrera en negocios, creo que sí es importante darle estructura. Rodearse de personas que te inspiren, no tener pena en preguntar, pedir consejos y pedir ayuda. Tocar puertas y estar dispuesto a correr el riesgo de que en muchas ocasiones no sea lo que esperabas, pero siempre intentar y probar. Te puede interesar:
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