La emprendedora Paulina Torres trae las botas vaqueras leonesas a la CDMX. Paulina viene a la Ciudad de México a compartirnos un poco sobre su línea de calzado Dante, una marca llena de glamur y estilo. Grupo Dante fue fundado por su padre y su tío, quienes se dedicaban a exportar zapatos, especialmente bota vaquera a marcas extranjeras. Así empezó Dante, pero nada se quedaba aquí en México.
En el 2016 Paulina Torres usa su experiencia en la industria para crear una marca que fuera de ellos y se vendiera en México con la misma buena calidad, y con esto empezó la marca Dante. Hace pocos años nos pusieron a mi primo y a mí a cargo de la marca. Lo que queremos es hacer zapatos de moda, de súper calidad y demostrar que México también tiene todo lo que ofrecen las marcas extranjeras. La meta es expandirnos a nivel mundial.
¿Cuáles han sido algunos retos importantes a los que se han enfrentado con este emprendimiento?
Primero, es que te conozca la gente y convencer al público de comprar un Dante antes que otra marca que sea más reconocida. Dar a conocer y posicionar la marca para que la gente nos elija ha sido nuestro reto más fuerte. También muchas veces, en México la gente prefiere productos extranjeros, entonces buscamos cambiarle el chip a la gente enseñando nuestra buena calidad. Nos inspira enseñarle a la gente la moda que hay en México.
¿Cuáles fueron los primeros pasos que tomaron para crear Dante?
Todo empezó desde cero, ya que el negocio de mi papá y mi tío funcionaba de forma completamente distinta. Al principio vendíamos nuestros diseños en la tienda de León, y conforme fuimos creciendo, abrimos la página web. Al abrirla, las ventas se dispararon, lo cual nos llevó a fortalecer la página web, invertir en el marketing, lanzar campañas digitales, adentrarnos a las plataformas digitales más recurridas y después, abrir una tienda aquí en la Ciudad de México. Ha sido todo un proceso.
Queremos eventualmente expandirnos a nivel internacional.
¿Qué crees que es lo más valioso que han logrado con este emprendimiento?
Lo más valioso primero sería poner el nombre de México en alto. Si van a nuestra fábrica, hay muchísima gente que realmente son artesanos y hacen todo a mano. Un logro para nosotros ha sido enseñar un zapato que sea como una obra de arte y que la gente vea que está hecho en México.
Somos muy honestos y nos gusta enseñar quién está detrás de todo.
¿Cómo ha sido trabajar en familia como un equipo?
Ha sido sencillo porque tenemos muy buena comunicación. Mi papá y mi tío desde el principio han hecho muy buena mancuerna, como mi primo y yo ahora. Como cada uno está en un área distinta, nos complementamos. Todos como equipo hemos sabido llevar esos canales de comunicación.
Como emprendedora, ¿qué consejo darías a futuros emprendedores?
Yo les diría que es increíble crear algo tuyo y ver como a la gente le gusta lo que creas, pero igualmente hay que escuchar lo que te está pidiendo la gente. Hay que tener en cuenta los comentarios de los clientes, siempre ofrecerles lo mejor y obviamente no rendirte, porque van a haber mil personas que rechacen lo que estás ofreciendo. Si tú crees en tu producto y lo estás haciendo de la mejor manera, va a despegar en un punto.