El icónico diseñador Cristóbal Balenciaga creó un legado en la industria de la moda que continúa hasta estos días. Nuestro país es parte de la historia y camino de este creador, descubre más sobre los sorprendentes vínculos que nos unen a uno de los maestros de alta costura más importantes del mundo.
Por Ailedd Menduet
Fotos Getty Images y cortesía /Foto: Alfredo Bouret, cortesía de Patrick McGreal
Platicamos con Guillermo León, diseñador de moda, maestro en Estudios de Diseño y doctorado en Estudios Interdisciplinares de la Cultura, investigador apasionado de la historia en el mundo de la moda y el único mexicano en ser seleccionado por el Museo Cristóbal Balenciaga para ser parte del congreso internacional con su investigación. “Cuando empecé a estudiar Diseño lo que había de bibliografía era sobre la historia de la moda internacional, de lo cual te confieso que al principio de mis estudios sabía muy poco. Mi primer encuentro fue en el año 1997 cuando vino a México una exposición del trabajo de Pierre Cardin, yo era muy joven y me quedé muy sorprendido de que la moda pudiera estar en los museos y de todo lo que habían hecho los diseñadores en un momento de la historia. Después hice una especialidad en Historia del Arte y, eventualmente, tuve oportunidad de dar clases, ahí fue cuando el destino y gusto me metieron de lleno”, recuerda Guillermo.
EL LADO ACADÉMICO DE LA MODA
Para el I Congreso Internacional sobre Cristóbal Balenciaga –el cual se llevó a cabo digitalmente el pasado octubre 2020 con motivo del aniversario 125 del nacimiento del maestro de la alta costura– se abrió una convocatoria para investigaciones innovadoras en ámbitos desde la parte creativa, personal, técnica y empresarial del diseñador. “Tenía muchas ideas y sabía que quería participar. Entonces recordé que Ana Elena Mallet me había platicado sobre Alfredo Bouret, quien había sido un ilustrador mexicano que era la única persona autorizada por la casa de Balenciaga para ilustrar sus colecciones por anticipado”, nos comenta León sobre este camino de investigación. Ana Elena fue su maestra y la considera su mentora, por lo que al hablar de esto con ella le dijo, “está Bouret, que obvio tienes que hablar de él, pero hay mucha clientela y gente que debes ver porque sí hay una relación con México”. “Me puse a investigar y a sacar los puntos que creía importantes para destacar, y que es este corpus conformado que me parece muy interesante, es un primer acercamiento, pero creo que de ahí se puede ahondar mucho más porque tal parece que este momento, entre los 30’s y 40’s, en México es un periodo de enorme progreso y bonanza económica, así que probablemente sea mucho más vasta”. 98/61/1 Fashion illustration, ink on paper, Balenciaga [dress] / Alfredo Bouret [artist>, published French Vogue, Paris, France, 1960Conseguir la información fue, sin duda, el reto más grande al que se enfrentó Guillermo León, “aparte se atravesó el Covid-19. Había documentación muy interesante sobre las Beláusteguigoitia, quienes eran de origen vasco pero vivían en México, se sabe que ellas llegaron a tener una colección de más de 50 vestidos de Cristóbal Balenciaga. Quería saber más y tener algún dato muy certero. En el Museo Arocena, en Torreón, parecía que estaba parte de la información que necesitaba, mi plan era en las vacaciones de verano ir, pero cuando empezó el aislamiento cada vez estaba más lejos mi viaje. Me contactaron con el museo y a su vez me refirieron al archivo histórico de la Universidad Iberoamericana, donde se guarda la correspondencia de la familia Beláusteguigoitia. Ahí me localizaron una de las cartas de la casa de costura Eisa –era el nombre que tenían las casas de Balenciaga en París–, en donde le dicen a la señora que Cristóbal se va a retirar y que ese será el último año que habrá colección. Me pareció un documento maravilloso, cuando lo recibí quedaba ya muy poco tiempo para la conferencia, aunque al final pude meterlo todavía al cuerpo de la presentación y para mí fue misión cumplida”. Este es un trabajo de un año de ardua investigación, el cual se respalda en un proceso de estudio de más de 10 años que Guillermo ha hecho a lo largo de su carrera.
LA ÉPOCA DE ORO Y LA ALTA COSTURA
“Siempre que hablamos de moda y, sobre todo, en la época de oro del cine mexicano hablamos de María Félix”, comenta Guillermo, “tenía entre su guardarropa piezas de Givenchy, Hermès, Guy Laroche, Dior, es increíble, y hay creaciones de Balenciaga. Una de ellas se encuentra en la colección de Nicolas Felizola, que es el icónico abrigo rosa chicle trapecio y un par de vestidos que utilizó en la película La estrella vacía –en una parte su papel era una modelo–”. Lo que se desconoce aún es la relación que tuvo directamente con el diseñador y la maison, una hipótesis es si las piezas las compró en París, la segunda podría ser que haya sido en la boutique de España, pues ahí eran menos impuestos los que se pagaban por estos diseños, y la tercera es que como otras clientes acudió a Nueva York a tiendas como Bloomingdale’s que tenían estas prendas. “Sería muy bonito pensar que fue directamente a la casa de Balenciaga, pero asegurarlo sería hablar sobre la nada, ya que tuvo las prendas y no es de sorprenderse, pues amaba la moda y la cultura francesa, por lo tanto, el tener piezas de haute couture es algo que se encontraba en sus prioridades”, añade Guillermo.
Otra celebridad fue Rosita Arenas, empezó su carrera como actriz en México, pero su éxito la llevó a filmar en España, en donde conoció al actor y aristócrata español Felipe de Mora y Aragón –hermano de Fabiola de Mora y Aragón quien sería reina de Bélgica y la cual utilizó en su boda un vestido de Balenciaga, quizá una de sus creaciones más notorias–, se casa con él y a pesar de que no duraron mucho ella decide quedarse en este país. “Gracias a Asunción Bastida, una diseñadora muy importante de la primera parte del siglo XX, es que llega a la casa de Balenciaga y compra varios vestidos. Se me hace fabuloso, pues casi siempre asociamos el glamour a figuras como María Félix, pero están estas otras celebridades incluso parte de la aristocracia”. Por otro lado, está la socialité Gloria Guinness, que es la mexicana más fotografiada utilizando a la firma en revistas de moda, no solo con vestidos de noche, sino en colecciones de ready to wear.
UNA EXPERIENCIA ÚNICA
No hay duda de que fue un momento exponencial en la carrera de Guillermo León y un orgullo para la industria de la moda mexicana que estuviera presente en este congreso junto a grandes investigadores. “Ha sido de lo más notable como académico. La convocatoria fue realmente muy rigurosa, todo lo que había que entregar y el comité que seleccionó las conferencias estuvo formado por gente muy importante en el ámbito de los museos de la moda, Miren Arzallus, quien fue directora del Museo Cristóbal Balenciaga y ahora lo es del Galerie-Musée en París, también Valerie Steele que es uno de mis grandes referentes en cuanto a la investigación, y el saber que revisaron mi propuesta y la vieron viable para ser parte es increíble”, nos platica con emoción el diseñador. Otra de las satisfacciones que le dio estar ahí fue que cada vez hay más interés por la moda mexicana, “toda esta gente de la cultura de moda internacional quieren saber lo que pasa en México, la forma en la que nosotros configuramos nuestra identidad a través de la ropa. Nuestro país es muy importante culturalmente hablando, pero cuando hablamos de esta industria, no se conocen todos sus aspectos”, finaliza.
MUSEO CRISTÓBAL BALENCIAGA
Fue inaugurado el 7 de junio de 2011 en Getaria, España, la villa en donde nació y vivió sus años de formación el gran modisto. El museo atesora una colección única de 3,500 obras de indumentaria –que sigue en aumento y proviene de figuras como Grace Kelly, Rachel L. Mellon, Barbara Hutton, entre otras– con el fin de dar a conocer la vida y legado del diseñador, su herencia y relevancia en la historia de la moda. Además de tener el importante programa expositivo y educativo que desarrolla –en acuerdo con Universidades y escuelas de moda del mundo– su apuesta por la investigación y la nueva creación.
ALFREDO BOURET
«Era un estudiante de artes y por un concurso es que llega a París. Cristóbal Balenciaga no recibía a nadie y menos a un dibujante, los veía como que iban a robar sus ideas, era muy celoso de su trabajo. Sin embargo, todo se acomoda para que Bouret esté ahí. Nos preguntamos: ‘¿qué tanta gente mexicana ha habido en estos escenarios internacionales?’».