Ana Ceci Tron, Vanessa Vales y Mara Suero crean un espacio que cultiva la armonía, tranquilidad y conciencia, por medio de una experiencia gastronómica sustentable.
Por Cecilia Morales Andere
Fotos Einar González
Mara Suero, Ana Ceci y Vanessa crearon un espacio en donde ‒más allá de cuidar al comensal‒ se preocupan por todos y cada uno de los ingredientes que forman parte de las preparaciónes de Qulto Café. Aquí, todos los detalles están pensados minuciosamente, desde las baristas, el grano, productor, verduras, pan y lácteos hasta la comodidad que brinda el tener una composta in house para el servicio de sus visitantes. Así es como las tres emprendedoras asumen roles distintos para fortalecerse y construir una comunidad que invite a las personas a olvidarse de la cotidianidad ‒aunque sea por un rato‒ y conectar con ellos mismos u otros. Como un agradecimiento a la tierra y a todos los alimentos que ella nos regala, las socias idearon recetas saludables con porciones adecuadas para garantizar que cada platillo cumpla con los requerimientos nutricionales de una manera sana, orgánica y sustentable, en donde el tiempo es un bien muy apreciado.
LAS PEQUEÑAS COSAS HACEN LA DIFERENCIA
Mara y sus socias tomaron como premisa ofrecer productos que van más allá de un sabor delicioso para aportar algún beneficio adicional a nuestro cuerpo, por lo que todo el pan que se consume y utiliza en Qulto Café se hace con masa madre. Entre algunas de las cualidades que ofrece este alimento se encuentran: mejorar la digestión, ser libre de gluten, con gran cantidad de ácido láctico y bajo índice glucémico, además de ser fuente de importantes vitaminas y minerales.
Asimismo, los platillos de comida preparada ‒al igual que los condimentos utilizados‒ están elaborados únicamente con ingredientes frescos, naturales y sin conservadores. Las recetas de los snacks y bebidas se perfeccionaron para que estos sean libres de azúcares refinadas y elementos procesados, mientras que los jugos y smoothies se preparan al momento.
Si hablamos de interiorismo y funcionalidad, el lugar invita a la reflexión y la tranquilidad por medio de los materiales ‒con distintas texturas‒ que inspiran calidez, propiciando un ambiente natural. Gracias a su repellado de tierra, de Oaxaca y Tepoztlán con capacidad térmica, se adapta y mantiene el calor durante el invierno, de la misma manera es fresco durante la primavera y el verano, mientras que las repisas y su barra son de elementos provenientes de la tierra. Descubre el artículo completo en la edición impresa CARAS SEPTIEMBRE o en la versión digital en este link.