Diego Armando Maradona, alcanzó la gloria dentro de los terrenos de juego pero fuera de ellos su vida ha estado marcada por las adicciones y problemas personales.
Hablar de Diego Armando Maradona es hacerlo de una de las personalidades más controversiales de los últimos años. Dentro del terreno de juego logró todo lo imaginable por cualquier niño que aspira a ser futbolista y es considerado uno de los mejores de la historia de este deporte, pero fuera de ellos la percepción sobre el 10 es totalmente distinta.
Con sesenta años recién cumplidos, el ídolo de Argentina tuvo que hacer frente a muchas adversidades hasta llegar a conquistar el Mundial de 1986 y ser considerado uno de los dos mejores de la historia de este deporte.
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Su trascendencia va más allá de los terrenos de juego, conquistando diversos ámbitos como la moda, la música, el cine hasta el religioso.
Uno de los mejores de la historia
Si la conversación sobre el 10 de Argentina se centra en su rendimiento deportivo hay unanimidad, El Diego es uno de los mejores de la historia.
Las adversidades que tuvo que enfrentar al nacer dentro de una familia de escasos recursos y pasar gran tiempo de su niñez en la calle en un potrero de Villa Fiorito jugando futbol, forjaron el carácter de un joven el cual nunca le tuvo miedo a nada.
Su primer contacto con un equipo de fútbol fue en 1969 cuando realizó las pruebas para formar parte de las categorías inferiores de Argentinos Juniors. Bajo las órdenes de Francisco Cornejo, fue miembro del conjunto “Las Cebollitas” el equipo con el cual ya empezaba a dejar muestras de su calidad y del nacimiento de uno de los más grandes exponentes del fútbol argentino y Mundial.
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Con “Las Cebollitas” impuso una marca difícil de superar, 136 partidos sin conocer la derrota por campos de Argentina, Perú o Uruguay.
En 1981 llegó a Boca Juniors, equipo donde es ídolo de masas pese a solo haber estado un año antes de emigrar el FC Barcelona tras finalizar el mundial de 1982, disputado en España.
Consagrado como una de las estrellas del campeonato español de fútbol comenzó la temporada 1983 - 1984. En esta temporada tan sólo pudo disputar 4 partidos ya que el 24 de septiembre de 1983, Andoni Goikoetxea le propició una de las lesiones más importantes en su carrera al provocarle una fractura del tobillo izquierdo.
Meses más tarde en la final de la Copa del Rey, FC Barcelona y Atlethic de Bilbao volvían a verse las caras. Ese partido marcaría un punto de inflexión en la carrera del astro argentino.
Tras caer derrotados Diego golpeó a un rival, provocando una batalla campal que se saldó con una sanción de tres meses de la liga española para el argentino y su traspaso al Nápoles en 1984.
La consagración de Diego
El argentino llegó a la ciudad italiana donde el equipo apenas había logrado salvarse del descenso. En su presentación Maradona afirmó que haría campeón al Nápoles. En tan solo dos temporada la influencia del argentino en el equipo del sur de Italia se hizo notar, logrando un tercer puesto.
Llegó el verano de 1986, año mundialista. Este fue el año de consagración como uno de los mejores de la historia para el Diego.
Primero tras lograr alzar la Copa del Mundo en el Estadio Azteca, derrotando a Alemania 3-2 en la final. Pero el momento más recordado del 10 en el segundo Mundial celebrado en nuestro país se dio en cuartos de final frente a Inglaterra.
En el minuto de 51 un balón mal despejado por la zaga inglesa quedó suspendido en el aire, en la disputa entre el arquero Shilton y el propio Maradona se produjo “La Mano de Dios” cuando el nacido en Villa Fiorito mandó a las redes el esférico tras tocarlo con el puño.
Minutos después, Maradona dejó por el camino a 6 ingleses antes de colocar el 2-0 en el marcador. Los amantes del fútbol tienen presente “El Gol del Siglo” narrado por el argentino Víctor Hugo Morales.
Ese mismo año con la motivación de tener el mejor jugador del mundo en sus filas el Nápoles apostó todo obteniendo su primer scudetto y también la copa de Italia. Un doblete sólo logrado anteriormente por Torino, Juventus e Inter de Milán.
Dos temporadas más tarde de ese primer scudetto en la 1988-1989 lograría la Copa de la UEFA con el conjunto italiano. Consagrándose como el mejor jugador y un ídolo de esta ciudad. Un año más tarde logró con el equipo napolitano el segundo título liguero.
Solo cinco años más tarde Diego Armando Maradona tuvo que dejar el fútbol debido a temas extra deportivos y con eso comenzó una batalla para diferenciar al Maradona del terreno de juego del que vivía y se rodeaba de excesos fuera de ellos.
Maradona, una forma de vida
Fuera del terreno de juego es difícil encontrar un punto medio en lo que a una opinión a Maradona se refiere.
Para muchos es una persona llena de excesos, un mal ejemplo para cualquiera que se fije en él. Pero otra gran mayoría lo idolatra, es una forma de vida.
Pocos deportistas han logrado incursionar en casi todos los ámbitos del mundo. Desde la religión con la Iglesia Maradoniana, la moda con Dolce & Gabbana quien realizó un homenaje al astro argentino en un desfile que a la postre se saldó con una denuncia por parte del 10.
También en el mundo de la televisión ha llegado su influencia, varias televisoras han contado con él como comentarista en mundiales pero el propio Maradona llegó a tener su programa en prime time que fue todo un éxito en Argentina.
Directores como Kusturica han realizado documentales sobre la figura de este argentino que pasó de jugar en un potrero a conquistar el Mundial de 1986 en México. Y sobre todo en el mundo de la música le han dedicado muchas letras.