El escritor peruano Mario Vargas Llosa murió a los 89 años, tras una dura lucha contra una enfermedad grave que no tenía cura, según el diario El País.
En verano del 2020, los médicos le detectaron una enfermedad complicada, por lo que el escritor decidió escribirle una carta a sus hijos, con quienes retomó su relación después de los problemas que tuvieron en 2015, cuando el autor terminó su matrimonio de 50 años con Patricia Llosa para iniciar una relación con Isabel Preysler.
Hasta ahora no se sabe con exactitud cuál era la enfermedad que padecía el autor, y tampoco se sabe la causa de su muerte.
Según Hola, el escritor “llevaba una semana malito”, su estado de salud se fue deteriorando y sus seres queridos, conscientes de que el final se acercaba, estuvieron con él hasta el último momento de su vida para irse arropado por su círculo más cercano, feliz de haberse reunido con su familia rodeado de amor y paz.
Vargas Llosa ya llevaba tiempo alejado de la escritura; en abril de 2022 fue ingresado a una clínica de Madrid, donde estaba siendo atendido por un cuadro de Covid-19. Un año después volvió a ser hospitalizado por el mismo motivo y en octubre del mismo año anunció su retiro con una nota al final de “Le dedico mi silencio”, su última novela. Dos meses más tarde, se despidió de su quehacer como columnista en el diario El País tras 33 años.
A partir de ese momento, redujo sus viajes y apariciones públicas y en verano de 2024 estuvo en Grecia y Madrid con su familia.
El autor pasó sus últimos meses de vida en Lima, Perú, rodeado de su gente y atendido en su casa por un equipo de profesionales. Patricia Llosa, su entonces exesposa, estuvo con él hasta el final. Mario se dedicó a visitar los escenarios limeños de algunas de sus novelas y en marzo pasado antes de su cumpleaños 89, regresó a lugares donde ambientó sus últimas novelas.