Presentan un hot spot renovado en el que suman talento y experiencia -de más de 20 años- en el mundo de la hospitalidad, invitándote a vivir agradables experiencias.
Fotos Einar González y Cortesía
Una propuesta gastronómica distinta en la que una terraza alberga a un restaurante, contrario a un restaurante con terraza, es el lugar en el que el chef Mikel Alonso, uno de los más reconocidos en México, y el empresario Alberto Ituarte, plasman más de dos décadas de éxito. Entre dos importantes avenidas al sur de la Ciudad de México y con fácil acceso, se encuentra Terraza Alaia. En el mismo espacio que por 20 años albergó al restaurante con el mismo nombre y, que ahora se presenta como un homenaje a la amistad, a la familia y a momentos que se almacenan en la memoria, esta es la invitación de los socios que ponen a disposición de todos los visitantes el lugar bajo una curaduría minuciosa con tendencias mediterráneas que podemos observar en su diseño y decoración con la mezcla de elementos naturales -como tres tipos distintos de minerales y piedras, con toques de madera, muros recubiertos de estuco con patrones geométricos (típicos en Grecia) y amplios cristales semicirculares con vista a una capilla privada de estilo colonial rodeada por un delicado jardín, todo esto se resalta y crea un perfecto conjunto de elementos. Gracias a la iluminación natural que se obtiene por su techo retráctil y luces controladas, los spots se mimetizan con los clientes en un viaje desde Grecia, hasta Venecia y El Cairo. Al cruzar la puerta, un pequeño túnel iluminado brinda la sensación de adentrarse en un acuario para topar con una cocina abierta con tres barras grandes de granito, un horno de leña y lámparas de cobre iluminan el escenario en el que el chef y sus ayudantes elaboran los alimentos con ingredientes del mar y de la tierra con gran empeño para la satisfacción de sus clientes a cargo del chef César Luciano.
La oferta de platillos a la que se le nombró Entre tierras, se pensó para ofrecer un ambiente un tanto relajado, sin sacrificar la alta gastronomía en la que encontramos brochetas de pulpo, de filete, cordero lechal, sashimi de kampachi, ensaladas, papas trufadas, fideua, pesca del día, cortes de carne y postres como un halago a los paladares dulces.
De esta manera, cada recuerdo que se crea en Terraza Alaia se convierte en el protagonista del equilibrio que provoca el interiorismo con colaboraciones de artistas de Caralarga y Marqués de Mancera de San Miguel de Allende-, la confección de todos los platillos, la música -con listas de reproducción personalizadas- y un dj que ameniza las noches con la propuesta de convertir el lugar en una celebración llena de magia y buena vibra, así la coctelería de Luis Franklin marca el ritmo del tiempo y se prepara en la barra que se observa desde cualquier ángulo de Terraza Alaia. Los nichos de la cava albergan una selección de vinos de alto nivel con espumosos para vestir una gran comida, blancos alegres y expresivos, rosados y tintos para lograr un maridaje óptimo. Descubre el artículo de Mikel Alonso y Alberto Ituarte en la edición impresa CARAS NOVIEMBRE Te puede interesar: Cómo preparar pan de muerto acaramelado