Se le reconoce universalmente a Pablo Picasso como el artista plástico prominente del siglo XX y es el pintor más rico de la historia.
En este homenaje, a 46 años de su partida, conoceremos sus obras más famosas, los aspectos más impactantes de su polémica vida y los motivos por los que su mejor amigo, su nieto y varias de sus amantes se suicidaron.
Más prolífico que Henri Matisse, más creativo que Duchamp y más famoso que Dalí, Pablo Picasso destruyó los paradigmas de la estética y cambió el rumbo del arte.
“Cuando era niño, mi mamá pensaba que yo tenía enorme potencial”, escribió en sus memorias.
“Me dijo que si decidía ser soldado me convertiría en general y si me volvía monje llegaría a ser papa. En lugar de eso fui pintor y llegué a ser Picasso”.
SÓLO HAY UN PICASSO
Tras protagonizar una vida exuberante y extraordinariamente fructífera de 91 años, el 8 de abril de 1973 dejó de existir. Al morir era el artista más rico de la historia.
Algunos personajes fueron bautizados con nombres inusualmente largos: Oscar Fingal O’Flahertie Wills Wilde (Oscar Wilde); Edda Kathleen van Heemstra Hepburn-Ruston (Audrey Hepburn); Isabella Fiorella Elettra Giovanna Rossellini (Isabella Rossellini); Kiefer William Frederick Dempsey George Rufus Sutherland (Kiefer Sutherland) o Johannes Chrysostomus Wolfgangus Theophilus Mozart (Mozart).
Pero nadie ha tenido un nombre tan largo como Picasso: Pablo Diego José Francisco de Paula Juan Nepomuceno María de los Remedios Cipriano de la Santísima Trinidad Ruiz y Picasso. Desde antes de tener uso de razón ya era una persona singular.
MANIFIESTA SU GENIO
La influencia de Picasso en las artes plásticas es tan universal y penetrante como la de Bob Dylan en la música. Consciente o inconscientemente los artistas plásticos de todos los géneros transitan libremente sobre los nuevos horizontes que él abrió, sin reglas ni fórmulas rígidas y, de manera evidente o no, trabajan bajo la sombra de su genio materializado en la multiformidad de su pródiga obra.
Picasso se hizo célebre por sus pinturas, pero también creó grabados, esculturas, cerámica, vestuarios para obras de teatro y escribió poesía.
Hijo de un profesor de pintura, fue un niño prodigio. Nunca fue un buen estudiante, pero su talento artístico era deslumbrante; podía pintar cualquier cosa.
Sobre la tapa de una caja de puros que su papá tiró a la basura, a los ocho años realizó su primera obra, “El picador”, que representa una escena en la plaza de toros. Llama la atención que a esa edad haya interpretado una escena de corrida de toros sin pintar un toro.
Cuando tenía 13 años, su padre quedó estupefacto al descubrir que había pintado una paloma con asombroso detalle y perfección, una verdadera obra de arte realista a la que únicamente le faltaba volar. Asumiendo que su hijo, aun siendo un niño, lo había superado con creces, decidió jamás volver a pintar.
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A los 14 creó “Retrato de la tía Pepa”, que fue calificado por el crítico de arte Juan- Eduardo Cirlot como “una de las mejores pinturas en la historia del arte español”.
A causa de su corta edad e inexperiencia tenía pocas posibilidades de ingresar a la Escuela de Bellas Artes de Barcelona. Sin embargo, gracias a que los trabajos que hizo en su examen fueron extraordinarios, no sólo se ganó un lugar sino que incluso entró directamente a los cursos más avanzados.
Para lograr una mejor preparación, a los 16 años fue enviado a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid, la escuela de arte más prestigiosa de España, pero se aburrió de tomar clases con maestros a los que superaba en todos los aspectos y dejó la escuela para continuar desarrollándose por su cuenta.
Cuando tenía 13 años perdió a su hermana Conchita, de siete, a quien amaba entrañablemente. Esa muerte prematura por difteria le ocasionó una sacudida traumática que lo hirió y marcó para toda la vida. A los 15 pintó la primera comunión de su hermana Lola acompañada por sus padres, y así firmó otra temprana obra de arte.
ABANDONA LA REALIDAD, ENCIENDE LA IMAGINACIÓN
A los 19 años decidió experimentar con distintas técnicas e ideas realistas antes de incursionar en los conceptos abstractos que lo llevaron al cubismo, su estilo emblemático.
Cuando empezó a utilizar los pinceles para alterar la realidad, expresó: “No pinto las cosas como son sino como las pienso”.
A los 26 años ocasionó polémica con “Les Demoiselles d’Avignon”, su primera pintura cubista.
La obra representa a cinco prostitutas en una casa de citas, tres de la cuales tienen rasgos españoles y dos reflejan una influencia africana.
Al respecto Picasso dijo que esa primera pintura alejada del realismo lo liberó artísticamente. “Fue entonces cuando dejé de copiar y empecé a crear”. A partir de ese punto se alejó definitivamente del realismo para concentrarse en el cubismo.
Su obra maestra es “Guernica”, creada en un lienzo de siete metros donde interpretó la devastación y el sufrimiento provocados por un bombardeo durante la Guerra Civil Española.
ENCUENTRA SU PUERTO
Nació en Málaga, España, el 25 de octubre de 1881 bajo el signo de Escorpión. Al abandonar el útero para salir al mundo exterior estaba tan flácido e inerte que la partera pensó que había nacido muerto y lo puso sobre la mesa para atender a su madre.
Angustiado, su tío Salvador le sopló en la cara varias descargas del humo de su puro y se aseguró de que la partera lo atendiera.
“Con el aroma intenso hice una mueca y emití un grito de furia”, escribió el propio Picasso, quien milagrosamente logró sobrevivir. De no ser por su tío –quien ese día hizo honor a su nombre– el mundo moderno habría sido privado de su más poderoso exponente artístico.
Fue bautizado en la fe católica pero al independizarse de su familia renunció a la creencia y se volvió ateo.
A los 19 años estuvo en París por primera vez. Ahí se enamoró del ambiente artístico y de las mujeres hermosas. Poco después cambió su residencia a la Ciudad de la Luz, donde compartió habitación con el poeta Max Jacob, aprendió a hablar francés y entabló amistad con Henri Matisse.
No tenía problema para conquistar mujeres y se daba el lujo de elegirlas cuidadosamente. Su vida entera y su arte giraban en torno a sus amantes. Consideraba que tener permanentemente una legión de mujeres era el mayor beneficio de su fenomenal fama, y eso lo hacía muy feliz.
Para entablar un affaire, además de sentirse atraído físicamente, buscaba mujeres que fueran sumisas, muchos años más jóvenes que él, que lo admiraran ciegamente y de preferencia que no excedieran su baja estatura de 1.63 metros. Las quería como parejas sexuales, acompañantes sociales, musas o modelos para sus obras.
Generalmente les bajaba el cielo y las estrellas para utilizarlas a su gusto, las halagaba interpretándolas sobre sus lienzos, las llenaba de regalos, les ponía casa y vivía con ellas al menos de manera intermitente; pero cuando se empezaban a poner al brinco o se aburría de ellas, las excluía de su vida sin trámite, como quien sale por unos cigarros y nunca regresa.
CÓMO SE HIZO FAMOSA “LA MONA LISA”
El 21 de agosto de 1911, cuando Picasso tenía 29 años, “La Mona Lisa” de Leonardo da Vinci fue robada del Museo del Louvre. El principal sospechoso fue el poeta Guillaume Apollinaire, quien al ser detenido culpó a su amigo Pablo Picasso. Ambos fueron interrogados y, a falta de pruebas, dejados en libertad.
Antes de estos hechos esa pintura no era conocida y pasaba inadvertida en el museo. Pero tras su desaparición se desató una increíble cobertura mediática y el robo cobró tono de escándalo internacional. A lo largo de Europa se hablaba del tema que quedó etiquetado como “el robo del siglo”. Multitudes acudían al museo para ver el espacio vacío donde solía exhibirse el cuadro.
En ese tiempo, Picasso, de 30 años, ya era un pintor consumado, autor de obras altamente cotizadas. Dos años después, en diciembre de 1913, la policía localizó al ladrón, el carpintero Vincenzo Peruggia, un antiguo empleado del museo que tenía la pintura oculta en su departamento.
Convertida en un mito, desde su reinstalación en el Louvre, “La Mona Lisa” goza de extrema notoriedad y es considerada entre las obras de arte más admiradas y preciadas que existen.
INFLUENCIA FATAL
En un libro sobre Picasso, su nieta Marina escribió: “Mi abuelo hacía enloquecer y engullía a cualquier persona que tuviera cerca”.
El primero en suicidarse fue su mejor amigo, el poeta Carlos Casagemas. Posteriormente, al morir el pintor, su segunda esposa, Jacqueline Roque, impidió que su nieto Pablito Picasso entrara al funeral.
Deprimido, Pablito bebió cloro directo de la botella y se quitó la vida. Como marcada por un estigma, al poco tiempo la propia Jacqueline también se suicidó.
Para cerrar el ciclo de la tragedia, la suiza Marie-Thérèse Walter, a quien Picasso regaló el Castillo de Boisgeloup a cambio de sus mejores años desde la adolescencia, vivió cuatro décadas con la esperanza de que el único amor de su vida le diera un anillo y se casara con ella.
En 1977, cuatro meses después de la muerte del pintor, se ahorcó en el garaje de su casa.
PICASSO ERÓTICO
Con la posible excepción de la creación artística, nada en la vida superaba su interés por el sexo. Como la persona sin escrúpulos que era, su obra está teñida de erotismo velado o explícito, de principio a fin. Todo empezó cuando a los 13 años dibujó una pareja de asnos copulando. A lo largo de su vida creó cientos
de pinturas de sexo en pareja, grupal o de relaciones entre sus famosos minotauros y mujeres. Algunas de estas obras son “Dora et le minotaure”, “Faune dévoilant une femme”, “Dos desnudos y un gato”, “Pisseuse” o la célebre “Demoiselles d’Avignon”.
RÉCORDS HISTÓRICOS
Es el artista de quien mayor cantidad de obras han sido robadas –más de 1,100– y varios de sus cuadros se cuentan entre las obras de arte más caras que existen.
“Garçon à la pipe” se vendió por 137 millones de dólares; “Dora Maar au Chat” en 118 millones; “Nu au Plateau de Sculpteur” fue subastada en 2010 por 122 millones de dólares a valor presente y en 2015 su gran obra “Les femmes d’Alger” (versión O), fue vendida en la casa Christie’s de Nueva York por 179.4 millones de dólares, equivalentes a 3 mil 280 millones de pesos –la pintura más valiosa jamás subastada.
Una tarde Picasso recibió invitados en su casa y uno de ellos le preguntó por qué no tenía ninguna de sus pinturas adornando la pared. Al vuelo el pintor respondió: “Los Picassos valen millones de dólares y ese es un lujo que no me puedo permitir”.
PALOMA PICASSO
Con el saldo de devastación internacional de 54 millones de muertos que dejó la Segunda Guerra Mundial, intelectuales y activistas promovieron el Congreso de la Paz que se llevó a cabo en abril de 1949, en París, con la participación de 2 mil delegados de 72 países. Picasso fue el responsable de crear la paloma que sirvió como emblema gráfico del evento.
Con su dibujo instantáneamente convertido en icono, Picasso revivió la antigua insignia bíblica y la paloma quedó instaurada en nuestro tiempo como símbolo universal de la paz.
Ese mismo año nació su hija a quien registró con el nombre de Paloma. Picasso sentía gran amor por ella; le dedicaba todo el tiempo posible y realizó varias interpretaciones de su imagen.
Durante su infancia feliz, ella no habría podido imaginar que perdería la relación con su padre de manera abrupta y dramática.
DE CARNE Y HUESO
Fue un amante de los animales que llegó a tener al mismo tiempo un ratón, una tortuga, un chango, tres gatos, dos perros y un búho. Pasaba gran parte del tiempo con el torso desnudo y su prenda favorita fue su playera blanca a rayas.
Pablo Picasso dio a luz a un nuevo universo creativo. Sus propuestas innovadoras se convirtieron en la piedra angular de una revolución que culminó con la transformación del arte y la manera como es percibido; bellas artes como la pintura o la escultura que desde el Renacimiento intentaban representar la belleza de la realidad con el mayor grado posible de precisión; desde Picasso han seguido un rumbo nuevo alejado de la manera como se ven las cosas en la realidad.
Y así fue como este artista puso punto final a la prolongada búsqueda de la perfección renacentista y dio inicio a la era del arte moderno. Un siglo después de que Beethoven rompiera las reglas de la música clásica, Picasso le dio un nuevo rostro a la estética e ingresó a la inmortalidad como el genio de las artes plásticas que simplemente lo cambió todo.