Por Gabriella Morales-Casas Era la esposa de un chef italiano, socio del famoso restaurante Belfiore… pero la vida le cambió cuando enviudó súbitamente… Cinco años después Paulina Carasa inaugura su propio restaurante, Belforno, el nuevo it place de la Condesa. Esta es su historia. En una de las esquinas más privilegiadas de la colonia, con un local amplio y rodeado de ventanas, con mesas grandes que cumplen el protocolo de más de un metro de distancia entre comensales y un área de pizzas y entrega, Paulina hizo su sueño realidad de tener un restaurante propio para crear un patrimonio, luego de haberse hecho cargo de su parte de la sociedad en el restaurante Belfiore de Polanco. Paulina, ¿eres chef de formación? Para nada, yo era diseñadora gráfica, señora de mi casa y mamá cuando mi esposo que era chef italiano, se asoció en Belfiore con otros tantos empresarios. Les iba muy bien y yo estaba muy al pendiente de su trabajo, por supuesto, pero no era ni empresaria ni cocinera ni nada por el estilo. Mis aportaciones eran en materia de interiorismo y diseño de los menús”. https://www.instagram.com/p/CIobGFSjOE1/ ¿Cómo fue que te convertiste en restaurantera? Cuando mi esposo se enfermó de cáncer y su condición se fue agravando. Mi hijo Carlo estaba chiquito y de pronto me vi cuidándolo a él y a mi marido. Fueron tiempos muy duros, pero tuvimos que pensar con la cabeza fría y contemplar la posibilidad de su pérdida para sacar adelante a nuestro hijo. Entonces, me empecé a involucrar mucho más en la operación del lugar y de la cocina. Cuando mi marido murió me hice cargo de su parte de la sociedad. ¿Por qué quisiste abrir otro lugar? Porque quería algo mío y de mi hijo. En Belfiore éramos muchos socios, pero sobre todo es un restaurante con un público cautivo y un menú que no puedes cambiar mucho porque los clientes quieren ver siempre sus platos favoritos. Yo tenía muchas ganas de meter cosas nuevas y renovar, pero sabía que eso solo podía lograrlo con un lugar propio. Así que tomé la experiencia adquirida en los últimos años y me aventé. https://www.instagram.com/p/CIv1_-ajVpH/ ¿Cuál es el concepto que elegiste? Italiano con toques mexicanos. Tenemos unos camarones con salsa de chipotle, salsas picantes, pero también platillos típicos mediterráneos como una burrata o una capresse clásico y focaccias, un carpaccio de betabel que ya se hizo muy popular; atún, salmón, robalo y pulpo a las brasas; obviamente pastas, uno de mis favoritos es el taglierini al pesto con pistache, por ejemplo. Además del menú a la carta manejamos un menú delivery con pizzas ala leña, baguettes y repostería para llevar. Tenemos un salón principal, un privado y zona pet friendly con terraza, sobre la banqueta. Veo que los vinos son italianos nada más, ¿quién es tu sommelier? Roberto Curiel, quien también estaba en Belfiore. Él me sugirió curar una carta de vinos exclusivamente de Italia para tener una cava especial y distinta a las cartas conocidas. No solamente tenemos los vinos clásicos que se distribuyen en todo el país, sino que Roberto trae con para nosotros etiquetas únicas. Una de mis favoritas es Valentina, un rosé que solo encuentras en Belforno y que es un éxito. https://www.instagram.com/p/CIyzjKpj2DK/ ¿Cómo ha sido la incorporación en la pandemia? De hecho nos tocó el cierre por cuarentena cuando apenas teníamos un par de meses abiertos, fue muy difícil; lo que decidí fue cerrar pero atender a domicilio de forma acotada para poder pagarle a los chicos. Ahorita nos acoplamos a las medidas sanitarias y quitamos mesas, pero tenemos la fortuna de contar con un gran local que, sin querer, parece hecho para el momento en el que vivimos. Todavía ofrecemos el delivery o el take-out, pero estamos contentos de tener comensales in situ. No somos una cadena, somos un restaurante familiar y creo que el cliente lo siente cuando entra. Aquí hay puro calor de hogar y pueden sentirse seguros con nosotros. ¿Ha sido duro ser empresaria y mamá? Ser mamá siempre es difícil, cualquier mamá. Si además trabajas hay que ser muy organizada y paciente. Afortunadamente tengo un equipo de trabajo muy bueno y mi hijo está encantado con el lugar; cuando venimos entra a la repostería, es como su nuevo salón de juegos, los chefs le enseñan cosas muy básicas y nada peligrosas, y ya hasta inventó un postre. Yo también he aprendido mucho de ellos, pero claro que dejo en manos de mi chef ejecutivo Martín Ventura, quien es maravilloso. ¿Tu hijo será chef? ¡No lo sé! De momento quiere ser futbolista porque está obsesionado con Cristiano Ronaldo, pero apenas tiene 8 años, entonces veremos al paso de los años. Por lo pronto ya salió buen creador de postres y un host muy divertido. Conoce los detalles tras el nuevo restaurante del chef Enrique Olvera en Los Ángeles.