Este 5 de noviembre se realizarán las elecciones presidenciales en Estados Unidos; las encuestas perfilan un escenario muy cerrado. En caso de que se registre un empate entre Donald Trump y Kamala Harris, el proceso constitucional y legislativo sería puesto a prueba de manera sin precedentes en la historia moderna.
En un hipotético y extraordinario escenario donde los candidatos terminaran empatados en el Colegio Electoral en las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos, el proceso constitucional tiene previstos mecanismos específicos para resolver tal situación. Este evento desencadenaría una serie de eventos políticos y legales únicos en la historia moderna de Estados Unidos.
¿Cómo se resuelve un empate en las elecciones presidenciales de Estados Unidos?
Si ningún candidato alcanza la mayoría necesaria de votos electorales, que actualmente es de 270, la Constitución de Estados Unidos estipula que la elección del presidente y del vicepresidente debe decidirse en el Congreso. Este proceso, conocido como elección contingente, asigna la responsabilidad de elegir al presidente a la Cámara de Representantes y la de seleccionar al vicepresidente al Senado.
Cada delegación estatal en la Cámara tiene derecho a un voto, y se necesitaría una mayoría de 26 votos para elegir al presidente.
¿Qué sucede en la Cámara de Representantes durante una elección contingente?
En la Cámara de Representantes, cada delegación estatal vota como un solo bloque para elegir al presidente. Esto significa que los representantes de cada estado deben llegar a un consenso sobre a quién apoyar, y el candidato que reciba la mayoría de los votos de al menos 26 delegaciones estatales se convierte en el presidente.
Este sistema otorga el mismo peso a cada estado, independientemente de su tamaño o población, lo cual puede llevar a situaciones donde estados con menor población tengan la misma influencia que estados mucho más grandes.
¿Qué papel juega el Senado en la elección del vicepresidente?
Paralelamente, el Senado tiene la tarea de elegir al vicepresidente. En este caso, cada senador emite un voto individual, y el candidato que reciba la mayoría de los votos de al menos 51 senadores es elegido como vicepresidente.
Esto puede resultar en la inusual situación de que la presidencia y la vicepresidencia sean ocupadas por candidatos de partidos opuestos, lo que depende de la mayoría política en cada cámara en ese momento.
¿Cuáles son los antecedentes históricos de un empate electoral?
La elección contingente ha sido invocada en muy pocas ocasiones en la historia de Estados Unidos, con los casos más notorios ocurriendo en 1800 y 1824.
En 1800, Thomas Jefferson y Aaron Burr terminaron empatados, y después de numerosas votaciones en la Cámara, Jefferson fue elegido presidente.
En 1824, Andrew Jackson, John Quincy Adams, William Crawford y Henry Clay no lograron obtener la mayoría, y la elección fue decidida por la Cámara de Representantes, que eligió a Adams como presidente.
¿Qué escenarios podrían llevar a un empate?
Aunque estadísticamente es poco probable, los complejos escenarios políticos y los ajustados márgenes en estados clave podrían, en teoría, llevar a un empate de 269 a 269 en el Colegio Electoral.
Sitios especializados en predicciones electorales, como 270toWin, han simulado varios resultados que podrían llevar a este desenlace, al considerar las tendencias de votación en estados bisagra como Pensilvania, Georgia, Wisconsin, Michigan, Arizona, Nevada y Carolina del Norte.
Uno de tantos escenarios de empate podría ocurrir si Donald Trump gana estados claves como Pensilvania y Georgia, mientras Kamala Harris se asegura victorias en otros estados críticos como Wisconsin, Michigan, Arizona, Nevada y un distrito de Nebraska. Los mapas electorales muestran varias combinaciones que podrían resultar en un empate perfecto de 269 a 269.
¿Cuáles serían las implicaciones políticas de un empate?
Un empate entre Donald Trump y Kamala Harris no solo pondría a prueba los mecanismos establecidos por la Constitución de los Estados Unidos, también podría generar una intensa presión política y social. Los miembros del Congreso enfrentarían el escrutinio público y posiblemente presiones partidistas extremas, mientras que la nación permanecería en un estado de incertidumbre política hasta que se resuelva el empate.
¿Y si el Congreso no logra elegir al presidente?
Si la Cámara de Representantes no logra elegir al presidente antes del día de la inauguración, el 20 de enero, el vicepresidente elegido por el Senado asumiría el cargo de presidente interino hasta que se resuelva la elección presidencial. Este es un escenario sin precedentes en la era moderna que plantea numerosas preguntas sobre la gobernabilidad y estabilidad en los Estados Unidos.
La posibilidad de un empate en las elecciones de 2024 entre Donald Trump y Kamala Harris, aunque poco probable, es un escenario fascinante que destaca la complejidad del sistema electoral estadounidense y la importancia de cada voto en la determinación del liderazgo del país.