Acrópolis, otrora un centro comercial vibrante y lleno de vida, hoy se encuentra en un estado de abandono, con sus locales vacíos y sus muros cubiertos de grafitis.
Ubicado en la avenida Lomas Verdes del municipio de Naucalpan, Estado de México, fue concebido como un vibrante centro comercial en 1990. Su diseño y ubicación prometían convertirlo en un punto de referencia para la modernidad y la prosperidad en la zona.
Sin embargo, con el paso del tiempo, este lugar se ha sumido en el olvido, convirtiéndose en un rincón melancólico de lo que alguna vez fue.
Acrópolis, las ruinas de un centro comercial
Inaugurado en 1993, Acrópolis prometía ser un espacio moderno y lleno de vida. Sin embargo, la realidad fue otra. Inaugurado con gran entusiasmo, contó con la participación de artistas reconocidos y prometía ser un “tianguis moderno”.
Sin embargo, la crisis económica conocida como el “error de diciembre” y otros factores adversos, como el impacto del Tratado de Libre Comercio en 1994, contribuyeron a su rápido declive.
Quién era el dueño de Acrópolis
De acuerdo con versiones de los vecinos, aparentemente, el primer propietario de Acrópolis fue Alejandro de la Cruz, quien también estuvo detrás del centro comercial Pericoapa y el Nuevo Bazar Pericoapa en la Ciudad de México.
De ser el caso, Pericoapa contrasta con Acrópolis por su éxito y adaptabilidad a lo largo de los años. Este bazar techado en la delegación Tlalpan ha sabido evolucionar, ofreciendo una amplia gama de productos y servicios, y se ha mantenido como un punto de encuentro importante para los habitantes del sur de la Ciudad de México.
La transformación de Acrópolis
Después de que la visión inicial se desmoronó, parte del terreno de Acrópolis se transformó en el Tianguis de Autos Acrópolis, compartiendo el área con la estructura de la antigua plaza comercial.
Aunque la estructura original de Acrópolis permanece, su función ha cambiado radicalmente, y a pesar de su estado actual, ha encontrado una nueva vida en las redes sociales, donde jóvenes y artistas lo utilizan como escenario para sesiones fotográficas y videoclips, dándole un peculiar renacimiento digital.
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El futuro incierto de Acrópolis
El destino de Acrópolis es incierto. A pesar de su popularidad ocasional para proyectos creativos, el sitio permanece mayormente abandonado, reflejando la volatilidad del mercado y los desafíos económicos que enfrentan los emprendimientos comerciales.
Algunos vecinos de la zona sueñan con verlo resurgir como un centro cultural o un espacio verde. Otros temen que sea demolido para dar paso a un nuevo proyecto inmobiliario.
Independientemente de su destino, Acrópolis es un símbolo del cambio. Es un recordatorio de que las ciudades son espacios en constante transformación, donde los sueños pueden florecer y también morir.
