La ganadora del premio Nobel de Economía 2023, Claudia Goldin, ha dedicado su vida académica a investigar la diferencia salarial entre hombres y mujeres, aportando estudios de género y datos que hoy son clave en la búsqueda de la equidad y la lucha por oportunidades laborales justas.
“Comprender el papel de la mujer en el trabajo es importante para la sociedad. Gracias a la innovadora investigación de Claudia Goldin, ahora sabemos mucho más sobre los factores subyacentes y sobre los obstáculos que tal vez sea necesario abordar en el futuro”, dijo Jakob Svensson, presidente del Comité del Premio de Ciencias Económicas, al nombrar a la profesora de Harvard como ganadora.
Claudia Goldin nació en Nueva York en 1946. Estudió en Cornell y se doctoró en economía en 1972, en la Universidad de Chicago. Desde entonces su trabajo estuvo centrado en la investigación histórica de los factores sociales en la economía. Incluso, su tesis doctoral se convirtió en su primer libro Urban Slavery in the American South. Al cual siguió el estudio multicitado The Economic Cost of the American Civil War, artículo que escribió junto a Frank Lewis.
A partir de los 80, su investigación se volcó en las mujeres y el desarrollo económico. Su más reciente libro Career and Family: Women’s Century-long Journey Toward Equity, revisa cómo varias generaciones de mujeres han respondido al problema de equilibrar la carrera y la familia, el efecto de la pandemia de COVID-19 en el desarrollo profesional de las mujeres y las oportunidades que representa el trabajo híbrido.
Así se enteró Claudia Goldin de que ganó el Nobel de Economía
Cuando recibió la llamada del Comité del Premio de Ciencias Económicas, Claudia se encontraba dormida, en su casa en Massachusetts. Al ser nombrada como ganadora del Premio Nobel de Economía, la profesora despertó a su esposo, Lawrence, y celebró con su perro, Pika.
Más tarde, al llegar a Harvard, en donde fue recibida con aplausos, la profesora dio una conferencia. “Soy maestra, soy profesora. No podría hacer investigación si no enseñara. Enseñar e investigar son una sola cosa. Enseñar de hecho es la evolución de investigar. Cuando enseño, estoy forzada a confrontar lo que creo que es verdad, me veo forzada a confrontarlo cuando se lo cuento a mis alumnos. Agradezco profundamente a mis estudiantes, quienes me empujan a las fronteras del conocimiento, ellos hacen preguntas difíciles”, dijo la investigadora.