El nombre de Laura Milmo Hickman podría ser poco reconocido pero se trata de una figura importante en la historia de una de las familias más importantes en los medios en México: la dinastía Azcárraga, propietaria de Televisa.
La madre de Laura Milmo tenía la nacionalidad estadounidense y su padre era irlandés, Patrick Mullins (más tarde Patricio Milmo).
La joven se casó en 1925 con Emilio Azcárraga Vidaurreta. Este matrimonio fue el punto de partida para una de las familias más influyentes en el sector de telecomunicaciones en México y en Latinoamérica.
El rol de Laura en la familia Azcárraga
Laura Milmo Hickman desempeñó un papel crucial en la familia Azcárraga. Fue madre de tres hijos, entre ellos Emilio Azcárraga Milmo, conocido como “El Tigre”, que más tarde se convertiría en el propietario de Televisa. Sus dos hijas, Laura y Carmela, nacieron en 1926 y 1928, respectivamente, mientras que Emilio Azcárraga Milmo nació en 1930 en San Antonio, Texas.
Se dedicó principalmente al cuidado del hogar y se destacó como una excelente anfitriona. Era conocida por su habilidad bilingüe y por su presencia en eventos sociales, especialmente cuando su esposo organizaba partidas de cartas en su casa.
Tras el fallecimiento de su esposo Emilio Azcárraga Vidaurreta a los 77 años debido a un ataque al corazón, Laura quedó viuda y asumió un rol en Telesistema Mexicano (TSM), que posteriormente se transformaría en Televisa. Esta participación marcó un hito importante en la historia de la empresa y su evolución.
Últimos años y legado
En los años 80, Laura Milmo enfrentó problemas de salud, que afectaron su calidad de vida. Durante este período, su hijo Emilio Azcárraga Milmo tuvo que compaginar sus responsabilidades empresariales con el cuidado de su madre.
Laura falleció el 31 de marzo de 1983, dejando tras de sí un legado vinculado estrechamente a uno de los imperios mediáticos más importantes de México.
La vida de Laura Milmo Hickman, aunque menos conocida que la de su hijo Emilio Azcárraga Milmo y su nieto Emilio Azcárraga Jean, fue fundamental para que Televisa se convirtiera en la principal empresa productora de contenidos en español.
Su historia personal, entrelazada con la de una de las familias más destacadas en el ámbito de las telecomunicaciones en México, es un reflejo del impacto que han tenido las figuras maternas en el mundo de los negocios y la cultura.