Por Cecilia Morales Andere
Desde 1993 Sergio Berger, junto a su primo Ari, se encuentran a la cabeza de las joyerías Berger. Platicamos con él sobre el legado de más de 100 años de lujo, tradición y diseño que se posiciona como una de las más grandes casas de relojería y joyería.
SERGIO BERGER
¿QUÉ ES PARA TI EL APELLIDO BERGER?
Es una encomienda muy grande, algo que empezó mi abuelo –un pequeño taller– y que ahora, después de más de 100 años es una enorme joyería.
¿QUÉ ES LO QUE MÁS TE APASIONA DE LA JOYERÍA?
Después de estudiar Diseño de Joyas, gané mundialmente, en el año 2000, el Premio De Beers en París con una pieza de 22 mil diamantes y oro gris. Me apasiona trabajar con piedras, brillos, materiales y metales.
¿CÓMO ES TU DIARIO VIVIR EN LA JOYERÍA?
Es un reto constante, pues me involucro en el diseño de las piezas, en la organización de talleres de relojería y de eventos sociales.
SI FUERAS UNA PIEDRA ¿CUÁL SERÍAS?
Yo creo que un diamante, por su dureza y brillo. Es uno de los materiales más exclusivos que existen. Las condiciones para que se cree un diamante en la naturaleza se dan en períodos de 1 a 3.3 mil millones de años. Descubre el artículo completo en la edición digital e impresa CARAS JULIO