Uno de los momentos más importantes en la vida del ser humano, es el día de su boda. Rodrigo Mora y Juan Pablo Orendain vivieron su enlace matrimonial con un festejo que duró tres días en el pueblo de Tequila.
Por Cecilia Morales Andere
Fotos Einar González
CARAS fue el medio invitado –en exclusiva- a lo que, para muchas personas, fue la boda del año y del momento. ¿Te imaginas cómo sería la boda de uno de los Wedding Planners con mayor reconocimiento en la industria de la organización y ejecución de eventos?
El Wedding Planner, Rodrigo Mora es la pieza clave para que las bodas y celebraciones dentro de las altas esferas de la sociedad se lleve a cabo. Él tenía muy claro cómo realizaría la suya. “Así como mis clientes viven este tipo de eventos –que yo organizo- todos los fines de semana, Juan Pablo y yo queríamos compartir la felicidad y amor que nos une con nuestras familias y amigos”.
UNA BODA DESTINO
Los novios, Rodrigo Mora y Juan Pablo Orendain comenzaron con el ‘rebote de ideas’ sobre cómo y en dónde celebrar su boda. “Yo sabía que tenía que ser en julio o en diciembre por la carga de trabajo de Rodrigo, pues son los meses con poca actividad para él y queríamos irnos de viaje después”, asegura Juan Pablo Orendain. Al evento asistieron 300 personas, muchos de ellos extranjeros y que en algún momento de sus vidas crearon lazos inquebrantables que al día de hoy sostienen y, que por nada del mundo, se hubieran perdido, ya que es un evento en el que se comparte respeto, inclusión, amor y unión.
“Cuando comenzamos con el ajuste de los detalles, entendí a mis clientes, pensaba que era fácil ponerse de acuerdo en algunas cosas y, me di cuenta que no siempre es así, creo que mi boda es una de las más complejas que he diseñado”, menciona Rodrigo Mora. El lugar ideal –desde un inicio se pensó- en las tierras de agave de la Familia Orendain, pues los dos querían una boda destino, incluso con la corta distancia que existe entre Guadalajara y Tequila, “el salir de la ciudad, le inyecta un sabor diferente a los eventos, la gente está más relajada y en otro mood, siento que se disfrutan más”, confesó Juan Pablo Orendain. El Wedding Planner junto a su pareja, optaron por una decoración sobria, con la intención de resaltar el contexto y entorno del lugar, más allá de una producción
LLEGÓ EL FIN DE SEMANA MÁS ESPERADO
El viernes 10 de diciembre de 2021, a las 20:00 horas, comenzaron a llegar los invitados al ‘rompe hielos’, que se organizó en el Centro Cultural Juan Beckmann Gallardo. El museo se decoró con más de dos mil velas para que el patio y el lugar fueran los protagonistas, pues la belleza del Pueblo Mágico de Tequila merecía un reconocimiento de esta magnitud.
La finalidad de este encuentro fue que los asistentes se volvieran a ver, pues varias personas viajaron desde diferentes ciudades y países para acompañar a Rodrigo y a Juan Pablo. Durante la noche se degustaron diversos canapés de estilo mexicano que se maridaron con todas las presentaciones de tequila Orendain y mixologia, con base en productos de la casa tequilera.
¡QUE VIVAN LOS NOVIOS!
La lujosa boda se llevó a cabo entre los campos de agave de la Familia Orendain, con la misma finalidad, enaltecer la naturaleza y los agaves azules, que son uno de los aspectos que definen a México en el mundo.
Los invitados atravesaron dos impresionantes muros de 36 metros de largo por seis metros de alto cubiertos en su totalidad de espejo, que reflejaban los campos, las plantas y la belleza del lugar. Al espacio se le rindió un homenaje con un diseño que brindó la sensación de estar sobre el campo, en el entorno y contexto natural del que dispone. Alrededor de las 16:00 horas, Rodrigo se presentó con un elegante esmoquin –combinado con pantalón negro y saco blanco- del diseñador Ralph Lauren PR, mientras que Juan Pablo lució un modelo –del mismo tipo con las dos piezas en color negro- del diseñador Hermenegildo Zegna.
Los invitados se trasladaron en unas camionetas especiales que atravesaron el campo y al llegar, se encontraron con la impresionante decoración y la belleza del lugar. Al espacio se le rindió un homenaje con un diseño que brindó la sensación de estar sobre el campo, en el entorno y contexto natural del que dispone.
Los vestidos largos, los diseños cut out y las últimas tendencias en moda se dejaron ver por todas partes, luciendo el código de vestimenta de etiqueta rigurosa.
En punto de las 17:30 horas, comenzó la ceremonia, en la que el Arquitecto Sergio de las Casas -mejor amigo de la pareja Mora Orendain- ofreció unas emotivas y alentadoras palabras a los novios, ellos se dedicaron unos votos de confianza, fidelidad y amor e intercambiaron las argollas de matrimonio con diseños de Tiffany & Co.
La asignación de las dos mesas imperiales fue meticulosamente organizada. En cada una se colocó un camino de mármol de Carrara blanco con un sobrio diseño floral compuesto por air plants, suculentas y en el que se utilizó únicamente dos tipos de flores: Protea y Protea Amazónica.
LA CENA DE CINCO TIEMPOS
La cena que sirvió I Latina, consistió en cinco tiempos. El primero fue un Tartar de res con chalot, aceituna verde, pepinillo, alcaparras, mostaza Dijon y huevo de codorniz, seguido de un Tiradito de Kampachi con brusqueta de piña asada, pera, carpaccio de pepinillo baby y rábano sandía con mayonesa de trufa, así como un Tiradito tropical con Atún aleta azul, salsa de chile mirasol, brusqueta de mango y ajonjolí.
Para el tercer tiempo se ofreció Bacalao negro marinado en miso, espárragos al grill y salsa teriyaki acompañado de una reducción de mostaza, mientras que en el siguiente platillo se degustó un Short Rib Rossini con pan brioche tostado, puré de papa a la mantequilla, demiglasse clásico, mantequilla de foie gras y chícharos chinos.
Los paladares dulces se deleitaron con Macarrones de chocolate y Creme Brûlée Miguelito. Todos los platillos maridaron con tequila Orendain y vinos mexicanos de alta gama, los destilados consistieron en whisky, ron, vodka y ginebra, mientras que los famosos carajillos hicieron su aparición como digestivos y el tequila no dejó un solo momento de verse y disfrutarse.
BAILE DE NOVIOS
Para el primer baile de novios, ellos escogieron la canción favorita de Rodrigo, la misma que sonó -de fondo- el día que Juan Pablo sorprendió a Mora para comprometerse en Punta Mita, Llegaste tú, de la artista Sofía Reyes.
Ya que los invitados se encontraban alrededor de la pista, llegó uno de los momentos más emotivos de la fiesta: los bailes de cada uno con su mamá. Rodrigo y su mamá, Melín Godínez, escogieron Siempre estaré ahí, con la versión de Rachel Plath y Diego Torres, mientras que Juan Pablo, junto a su madre, María Luisa Fabris de Orendain, bailó My Way de Frank Sinatra. Un segundo baile, entre los novios que volvió a emocionar a los invitados y que, de la misma manera recibió todos los aplausos fue Yellow con el grupo Coldplay.
La espectacular mesa de dulces -rodeada de espejos, velas, capelos y flores blancas- lució en medio de la noche. Buñuelos, macarrones, chocolates y goodies enchilados, fueron el complemento ideal para endulzar cada momento.
El Dj Alan Espinoza de los Monteros de Capital DJ’s se encargó de poner el mejor ambiente y se ocupó de que todos los invitados se divirtieran bailando y celebrando el enlace de tan querida pareja. Espectaculares fuegos artificiales iluminaron el cielo y los campos de agave con la canción de Firework en la versión original de Katy Perry.
PARA CERRAR CON BROCHE DE ORO
Orendain y Mora ofrecieron una tornaboda con una deliciosa comida mexicana -en la Casa Azul, en Tequila, Jalisco- para la familia e invitados que quisieron aprovechar hasta el último instante del festejo y, con los ahora, esposos, compartieron los mejores momentos de la noche anterior.
Las anécdotas, los halagos a la decoración, música, cena y mesa de dulces se escucharon por todas partes, así como los buenos deseos para Rodrigo y Juan Pablo en esta nueva etapa de sus vidas.
LA LUNA DE MIEL
Después de un fin de semana espectacular lleno de emociones, los novios iniciaron su luna de miel, en la que descansarán cinco días en Punta Mita para después tomar un vuelo que los llevará a Belice, ciudad en la que rentaron una isla, para llegar, es necesario tomar un vuelo de 45 minutos en helicóptero y la habitarán por cinco días. Posteriormente, se trasladarán a una jungla, en la que se hospedarán -en una casa privada- por cuatro días más, para finalizar visitarán la Riviera Maya por cuatro días más.
Juan Pablo Orendain y Rodrigo Mora regresarán para recibir el año 2022 en Puerto Vallarta, ciudad en la que sus familias los estarán esperando. Agradecemos a Juan Pablo Orendain y Rodrigo Mora por escogernos como único medio para compartir estos momentos tan íntimos y especiales y, por las entrevistas previas que nos dieron.
¡Les deseamos que sean muy felices siempre!
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