Con un diagnóstico –en tres ocasiones– de un carcinoma basocelular en la mejilla, Maru Martínez Karam nos cuenta su historia, lucha y recuperación tanto física como emocional.
Por Cecilia Morales Andere
Con el afán de generar conciencia y dar a conocer la importancia del cuidado de la piel el órgano más grande del cuerpo–, Maru Martínez Karam lanza la plataforma Our Skin, Our Story. Lejos de crear miedo u obsesión, es una misión que se propuso para brindar conocimiento sobre este tipo de cáncer, que cada vez se vuelve más común. “Me apoyé en mi familia y amigos, fue un golpe muy fuerte, como digo: ‘Dios aprieta pero no ahorca’, aunque para mí sí fue una megaahorcada donde más me dolía, porque en verdad me cuidaba mucho la cara, también aprendí de mi fortaleza. Yo no soy mi cicatriz y no soy lo que me pasó, mas sí soy el cómo lo superé y vivo”.
¿CÓMO FUE EL DIAGNÓSTICO?
En enero de 2017 tuve una herida microscópica que sangró y no cerró. Fui al dermatólogo con la mentalidad de que se veía horrible, de repente sangraba y parecía un punto negro. El doctor me dijo, “lo que tú crees que es un punto negro es un tumor y lo que sangra es la úlcera del mismo, lo que significa que ya se está abriendo”. El mismo día me hice una biopsia y a la semana regresé –después de investigar, erróneamente en Google–, me sentía desahusiada, estaba llena de miedo. ¡El resultado fue un carcinoma basocelular!
LLEVAS TRES REINCIDENCIAS DEL MISMO CÁNCER ¿NOS PUEDES COMPARTIR LOS TRATAMIENTOS QUIRÚRGICOS?
En febrero del 2017 me hicieron una reconstrucción y ese mismo año noté otro puntito en la cara, después de todo me volví muy meticulosa y dije, “algo no está bien”. Platicando con el dermatólogo Fernando Cordera y con el cirujano plástico Jimmy Haidenberg, luego de hacerme otra biopsia, me dijeron que era muy raro que en tan poco tiempo hubiera aparecido de nuevo el tumor. En octubre del mismo año, entré al quirófano por segunda vez, fue una cirugía muy complicada porque tuvieron que extenderse y acercarse un poco hacia el ojo.
¿CÓMO TE VOLVIERON A DIAGNOSTICAR?
En 2020, al asistir a mi mapeo y chequeo anual me tuvieron que tomar otra biopsia, se pidió urgente y a los tres días ya sabíamos que era el mismo tipo de carcinoma. Por desgracia, mi cirujano plástico se había ido a vivir a Texas en el 2019, entonces me apaniqué. Le dije a mi oncólogo que confiaba en él pero que me daba terror que otro cirujano me tocara la cara. Después de una llamada entre médicos, a larga distancia, me operé en el Skin Cancer Center de Dallas. Fue una cirugía muy larga, con seis cortes. Ese mismo día me hicieron la reconstrucción en el consultorio de Haidenberg.
¿QUÉ COMPARTES POR MEDIO DE LA PLATAFORMA OUR SKIN, OUR STORY?
Trato de que sea algo completo, no únicamente la parte del cáncer de piel, sino en general, lo que a mí me funciona, todos los días salen nuevos productos y lo que le sirve a alguien, no tiene el mismo resultado con otra persona. Descubre la entrevista completa en la edición impresa CARAS ENERO